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Como 'Rosencrantz y Guildenstern han muerto' hiciera con Hamlet, la tradicional salida al aire libre de Don Juan Tenorio en junio busca este año dar relevancia al entorno y a los secundarios, en una propuesta novedosa de Amigos del Teatro que este año dirige Elena ... Benito. La plaza del Salvador acoge este sábado durante dos horas a partir de las 21.00 una representación abierta, fiel al texto de Zorrilla y que apuesta todo a «ser distinto a los montajes vistos hasta ahora», en palabras de su directora.
«Hay mucho que ya conocemos desde hace tiempo, queremos ir al entresijo y a la intrahistoria, a aquello que pasa desapercibido y que solo podemos ver si prestamos atención a los personajes que hablan de Don Juan y Doña Inés», profundiza. Jugando con el elemento humano y la proximidad con el público, la obra también trabaja «la palabra y el verso», buscando la veracidad y con «espíritu de recuperar el siglo XIX», incluyendo la energía en las palabras y los gestos propia del Romanticismo y recursos como partituras musicales para marcar los cambios de escena.
Un día antes, la Casa Zorrilla de la Fundación Municipal de Cultura de Valladolid acoge una velada de microteatro, con un programa de cinco obras breves, dos de ellas a cargo también de Amigos del Teatro; 'La zapatera prodigiosa' y 'Suéltate', según textos de Lorca y Marc Egea. Además, podrán verse las obras ganadoras del Concurso Internacional de Microteatro Urbano AEDAS Homes / Ayuntamiento de Valladolid: 'Fullero y donillero', de Margo García, 'En cuerpo y alma', de Juan Pizarro, y 'Sillón del diablo', de Mikel Sarasola.
Siguiendo con una escena algo más tradicional, el Teatro Cervantes también acoge este sábado la obra 'La casa de los siete balcones', adaptación del original de Alejandro Casona a cargo de la compañía teatral Pilar Conde: «Es una versión muy nuestra respetando el fondo de la obra», anticipa el actor Carlos González Martín. «Hablamos de lo importante que es en el mundo querer a las personas tal y como son, sin forzar nada ni tratar de que sean quien no son».
El escapismo de la realidad al mundo de la fantasía o el amor y la inocencia como elementos fundamentales para conquistar la felicidad son algunos de los temas en los que abunda este texto de aparente sencillez pero de hondo calado, seña identitaria de las obras firmadas por el autor de 'La barca sin pescador': «La haremos de la forma más realista posible, expresándonos de la forma más coloquial e intentando llegar a todo el público para que entiendan cuál debe ser la reflexión final».
Por su parte, el Teatro Zorrilla da la bienvenida el sábado 22 a Joel Angelino en 'Sexo sentido', un espectáculo en el que el actor de 'Fresa y chocolate' se transforma en ocho personajes distintos hablando de sexo y derribando tabúes: «Es un espectáculo creado hace 25 años, que me inspiró Darío Fo y su 'Tengamos el sexo en paz', explica Angelino.
Con ecos de homenaje a los cómicos de la legua, y desplegando un variopinto abanico que incluye una anciana que habla de su primera vez, una transformista que sueña con trabajar con Almodóvar o un adolescente que se enfrenta a su propia sexualidad, Angelino hilvana un «homenaje a la pluma, la tolerancia y la inclusión», en un viaje que también le ha hecho darse cuenta de sus propios sexismos y contemplar cómo ha evolucionado la sociedad en el último cuarto de siglo: «Aún hay temas difíciles, como la impotencia o la parte machista de los hombres, pero a través de un punto de vista conceptual y dramatúrgico se puede ir sacando lo que uno quiere de la gente, y darles un número en el que van a disfrutar y a reírse, también de sí mismos».
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