José Luis García, director de teatro

«Podemos hablar de fútbol durante horas y no abrir nuestro corazón en años»

«Planteamos un juego de a tres, donde cada vez uno hace de muerto, y descubrimos que son tres que tienen mucho que aprender», explica García Pérez. «Yo quería reírme de ellos y con ellos, de cómo a veces confundimos masculinidad y heterosexualidad, y de cómo puedes hablar de fútbol con tus amigos durante horas, mientras que no eres capaz de abrirles tu corazón en años». Algo que, a su juicio, hoy está cambiando: «Para las nuevas generaciones está más extendido, creo que ahora se están rompiendo esos modelos».

Su personaje, Ufarte, es un hombre «que necesita recomponer cosas de su vida, cosas que no sabe y sabrá con el juego», explica el actor y director. «También cosas de su pasado. Tiene alma sensible y artística, no ha sabido o podido explotar, no ha llegado donde quería», agrega. Desde su punto de vista, «cada personaje tiene su quiebra emocional, a falta de un último horneado», ironiza.

Pero García Pérez, además de asumir la comedia de uno de estos personajes, se ha encargado de imprimirle a la obra toda su vis cómica: «Al principio hicimos una base clownesca porque era troncal», expone. «Tanto el tempo como el tiempo es fundamental para la reacción cerebral y visual del espectador». Su referente son las comedias cinematográficas clásicas; «desde Buster Keaton a Jack Lemmon pasando por los hermanos Marx o el inspector Closeau». Para García Pérez, «no hay chistes en esta comedia -salvo uno, malísimo-, y el resto del tiempo lo marcan los personajes, con sus palabras, miradas y silencios, y el público, con sus reacciones».

Por su parte, Ginés García Millán interpreta a Manglano: «Es el triunfador, tiene poder económico, responsabilidades, y aparentemente le va bien», explica el actor. «Es una persona que no se ha atrevido a declarar su amor a otra, que lleva dentro de sí un dolor y que siempre ha vivido en las superficies». Para el intérprete; «esto es una comedia blanca, no encontraremos una gran profundidad en lo que cuenta la obra o en la psicología de los personajes: sí son tres protagonistas que tienen matices, aristas y son divertidos para trabajar, en lo que dicen y lo que callan». García Pérez le contradice: «Tiene mucho de comedia negra, el punto de partida es macabro: un juego muy dificil donde se juega con la vida y la muerte de forma radical, sin dudarlo». Millán ya lo anticipa, entre risas: «Somos tres protagonistas y cada uno puede hablar de tres obras completamente distintas».

«Es un acto de libertad a través del juego, en este caso para hablar de algo tan irremediable como es la muerte», agrega. «Los tres llegan a una edad que se plantean si vale la pena la amistad que ha perdurado tanto tiempo: han compatido muchas cosas y son de una generación donde los sentimientos se han guardado, no se podían decir abiertamente...». Para Millán, los tres amigos «son en definitiva unos tarados emocionales que no han podido desarrollar sus verdaderos sentimientos, y son víctimas también de un tiempo, cobardes a la hora de revelarse... y de rebelarse».

El tercero en discordia de este trío es Dumas, interpretado por Daniel Albaladejo: «Quizá de los tres es el personaje más excéntrico», explica su intérprete. Dumas es «el que siempre ha jugado en la zona del límite de la vida, el que se ha atrevido a hacer todo lo que el resto no». También tiene su otra cara: «Se sospecha si se ha operado o si se ha puesto pelo, de los tres es el que tiene la sensibilidad a flor de piel, emocionalmente es el más intenso»

Para Albaladejo, la reflexión sobre la masculinidad que propone 'Amistad' «no va más allá de la circunstancia de que son tres hombres que se abren a una tesitura emocional con todas las vicisitudes de lo que les ha ocurrido». Son situaciones, según él, muy naturales y naturalizadas: «Es un ejercicio muy sano; es una manera de entender al hombre», asevera.

La obra adapta un libreto de Juan Mayorga: «Mucha de la dramaturgia de Juan está en la función», explica García Pérez: «El pasado, el presente y el futuro, personajes con un agujero interior...». El director también se confiesa entusiasmado de representar en el Teatro Calderón: «Retomar la gira en Valladolid durante tres días me parece un gran subidón», admite. «En el Teatro Calderón he vivido todo lo que se puede vivir, en ese escenario y con ese público, y estoy loco por volverlo a llenar».