Montaje del escenario en la Corrala Palacio del Caballero, en Olmedo. A. Mingueza

Valladolid

Olmedo Clásico abre con lleno en hostelería diez días de teatro que aportan turismo todo el año

El festival que arrancó en 2006 «ha puesto en el mapa» la Villa del Caballero, destaca el sector servicios

Jesús Bombín

Valladolid

Viernes, 19 de julio 2024, 10:23

Suenan desde hoy en Olmedo unos aplausos cuyo eco va más allá de los diez días de espectáculos que ofrece el festival de teatro del Siglo de Oro. En los días previos a Olmedo Clásico se percibe ambiente de agitación en este pueblo de 3. ... 600 habitantes. «Antes los veranos eran lineales, ahora el festival repercute todo el año, nos ha proporcionado una marca dándonos a conocer como destino». Luis Muñoz lleva 24 años con su restaurante Rincón Mudéjar y es testigo de cómo ha cambiado la percepción foránea del municipio. «Lo que ha conseguido esta cita es que vengan clientes a lo largo de los meses; de Madrid, de Asturias, de Andalucía, de Canarias... han oído hablar de que aquí existe un gran evento en el mundo de la escena y llaman para venir aunque sea fuera de estas fechas», comenta mientras varios parroquianos toman café en la barra del bar.

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Vecinas de Olmedo transitan por una de las calles engalanadas con el cartel del festival de teatro clásico. A.Mingueza

Con casi todas las mesas completas para estos días, se apresta Luis Muñoz a bregar con las prisas de los comensales para cenar antes de las 22.30 horas y poder asistir al espectáculo de cada noche. «Ampliamos plantilla y terraza, hacemos una carta especial para agilizar esas cenas y que nadie acuda con hambre a la representación; conozco gente que viene desde Oviedo tres noches al teatro y alquilan habitaciones, desayunan, comen y cenan aquí; también vienen clientes de Salamanca entre otras procedencias».

«Cada espectáculo cuesta menos que los toros de cualquier encierro»

Germán Vega

Codirector de Olmedo Clásico

Observa Ramón Molpeceres desde su restaurante El Caballero de Olmedo un antes y un después desde que existe el festival. «Para la hostelería ha supuesto posicionarnos a nivel gastronómico todo el año más allá del tiempo de la programación teatral; nos ha traído un cliente más selecto al que no podríamos acceder si no hubiera existido este certamen», afirma dando por segura la ocupación total de las mesas del comedor y el jardín durante estos días.

Yaiza Fidalgo, directora del Hotel Castilla Termal. A. Mingueza

Cuando en 2006 Olmedo Clásico estrenó su primera obra pocos pensaban que cumpliría mayoría de edad, echando raíces entre vecinos y forasteros. «Fue en una comida en enero de aquel año cuando confluyeron fuerzas coincidentes en que Castilla y León necesitaba tener algo en torno al teatro del Siglo de Oro, como había en Castilla-La Mancha, en Andalucía, en Galicia, en Navarra... y más aún teniendo a Corsario, la compañía más importante de España en ese ramo», recuerda Germán Vega, codirector del festival junto a Benjamín Sevilla, citando también al catedrático Julio Valdeón, a Fernando Urdiales de Corsario, y al entonces y actual alcalde, Alfonso Centeno, entre otros impulsores de aquel primer festival. «El público reacionó maravillosamente, se vendieron todos los abonos pese a ofrecer una programación de emergencia y la poca experiencia que teníamos».

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Jesús Fernández, cuarta generación de la confitería Frías, fundada hace 125 años. A. Mingueza

La continuidad, el apoyo de la Universidad de Valladolid y contar con un equipo de colaboradores «con mucho entusiasmo y que no cobrábamos prácticamente» son, para Germán Vega, las claves que han hecho posible que en esta edición se alcance la mayoría de edad. Y todo pese a que la crisis de 2008 dejó no solo en la estacada proyectos que habrían hecho crecer el festival, sino que también acarreó presupuestos menguantes en años sucesivos.

Luis Muñoz, del restaurante Rincón Mudéjar. A. Mingueza

El actual ronda los 240.000 euros con aportaciones del Ayuntamiento, Junta de Castilla y León, Diputación, Inaem y otras entidades que apuestan por resucitar cada mes de julio a Calderón de la Barca, Lope de Vega, Cervantes, Rojas Zorrilla, Ruiz de Alarcón, Shakespeare... Un acontecimiento cultural cuyo éxito, en palabras de Vega, catedrático de Literatura de la UVa, tiene mucho que ver con «el entusiasmo del pueblo, que desde el primer momento, cuando no había nada, puso banderolas y pancartas en sus balcones sintiendo como suya una propuesta en la que un espectáculo cuesta menos que los toros de cualquier encierro».

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Quien se estrenará con su propio negocio este año es Sergio Álvarez, cocinero que lleva dos años en Olmedo y ha cogido las riendas del restaurante Los Caballeros. «Esto para el pueblo supone mucha vida, resulta fundamental para los negocios pequeños porque da mucho de comer, la gente viene, compra, come, cena, se sienta en las terrazas... es un buen reclamo cultural, turístico y económico».

«El festival ayuda a posicionar Olmedo en el mapa y a ofrecer más contenido a nuestros clientes»

Yaiza Fidalgo

Directora del Hotel Castilla Termal

En la confitería Frías, 125 años elaborando dulces, con cazuelistas y mudejaritos como estrellas reinando en el escaparate, también notan el 'efecto Siglo de Oro'. «No solo viene gente a ver las obras de teatro, las jornadas que atraen a expertos, alumnos y profesores de la Universidad generan también mucho movimiento», afirma Jesús Fernández, al frente de la cuarta generación en la pastelería.

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Que la repercusión de las obras que se suban al escenario va más allá de lo que dura el festival lo corrobora Yaiza Fidalgo, directora de Castilla Termal Olmedo, el hotel con 82 habitaciones levantado sobre un antiguo convento del siglo XII. «Olmedo Clásico es un polo de atracción de turismo todo el año, pues ayuda a posicionar Olmedo en el mapa y a ofrecer más contenido a nuestros clientes; cada año más personas vienen en esta época». Porque más allá de actores, técnicos y periodistas que se alojan aquí, sostiene, «muchos clientes nos han conocido gracias a la repercusión del festival, eso hace que nos visiten ´también a lo largo del año».

En una localidad donde el Parque Mudéjar es el gran atractivo turístico, Cristina Andrés, concejala de Cultura, asegura que los diez días del certamen «son un reclamo que nos trae visitantes los doce meses; empezamos siendo un festival normalito y se ha convertido en un referente para la provincia y la comunidad, con llenos casi todos los días».

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Con más de ocho mil entradas vendidas el año pasado en los espectáculos que acogieron la Corrala Palacio del Caballero (860 plazas) y el Centro de Artes Escénicas San Pedro (349) –con los aforos llenos en más del 80%–, el telón que esta noche se descorre dejará a la vista algo más que teatro.

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