'La mujer de negro' promete teatro intenso con mínimos elementos

La obra gira en torno a un acontecimiento trágico del pasado que marcó la vida del abogado Arthur Kipps, y en el que juega un papel esencial 'la mujer de negro' del título de la obra. «¿Aun no crees en fantasmas?», anuncia la publicidad, lo que da una pista importante acerca del misterio central de la representación.

Con el fin de librarse de ese pesado recuerdo, decide recrearlo con ayuda de un actor (interpretado por Javier Orán), al que el abogado Kipps ayuda en escena en el proceso de reconstrucción. «Es teatro dentro del teatro», explica Cabrero. Pero un teatro basado en una historia «que embauca desde el primer momento».

'La mujer de negro' transcurre en un teatro abandonado. Allí se encuentran los dos personajes principales de la obra, en un escenario compuesto por un perchero con unas pocas prendas, un baúl y una mesa. «Gracias a los efectos especiales, y a la luz, las sombras, la oscuridad y los silencios, con esos cuatro elementos mínimos logramos que el espectador crea que está en un pantano, en una mansión, un despacho o en el cementerio».

«Jugamos con la capacidad del público para poner lo que falta», añade Cabrero. «Es una obra de teatro a la que el espectador debe ir preparado para trabajar, para poner de su parte, pero hasta ahora el público ha salido encantado, nunca se ha sentido frustrado, ni decepcionado por el juego».

Y es que 'La mujer de negro' «es una obra de suspense, con elementos de terror. Hay algún susto, pero, sobre todo, el atractivo de la función radica en la tensión que se genera».