¿Fue la mujer de Einstein coautora de la Teoría de la relatividad?

Una obra teatral cuenta en el Teatro Zorrilla la desconocida vida de Mileva Maric, una matemática excepcional olvidada por la Historia

Domingo, 12 de febrero 2023, 16:47

El legítimo empeño en recuperar la trayectoria de mujeres desconocidas, presuntamente maltratadas o ignoradas por una Historia escrita por hombres, presenta un balance desigual. En bastantes casos las figuras recuperadas tienen un interés parcial o limitado, y, en otros, su supuesto 'maltrato' histórico no es ... tan distinto del sufrido por otros varones en un contexto similar. Pero, de vez en cuando, afloran descubrimientos de verdadero interés, historias envueltas en suficientes dosis de misterio y de enredo como para sospechar que pudiéramos estar ante una genuina injusticia. Y el caso de la matemática serbia, Mileva Maric, primera esposa del físico y Premio Nobel Albert Einstein, es uno de los más estimulantes y de los que avivan la curiosidad. Los interesados podrán bucear en el enigma con la obra 'Señora Einstein', que llega al Teatro Zorrilla este domingo (19 horas).

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Aunque desaparecida del mapa de la ciencia durante mucho tiempo, de unos años para acá la figura de Mileva Maric ha despertado un creciente interés y afán por saber más. Está acreditada su intensa y entregada colaboración en las arduas investigaciones de su marido. Y era, además, una muy cualificada colaboradora, pues hay quienes defienden que su dominio de las matemáticas era superior al de él. La publicación de las cartas que el matrimonio Einstein se cruzaba, así como otras a personas próximas, dan fe de que Mileva no era una observadora externa de los trabajos de su marido, sino una colaboradora activa y apasionada. A menudo habla de «nuestras investigaciones», o «nuestro trabajo», y es muy consciente de la trascendencia de lo que ambos tienen entre manos, aunque siempre da por hecho que el reconocimiento se lo llevará Albert Einstein.

El conocimiento de estas cartas y otros documentos abrió hace unos años una incógnita que todavía no se ha resuelto: ¿Deberíamos considerar a Mileva Maric coautora de la Teoría General de la Relatividad que firmó en solitario su esposo? ¿O quizás su trabajo, por importante que pudiera ser, no dejó de ser auxiliar, y no intervino en la médula del hallazgo? Que ella asumiera que el mérito se lo llevaría él ¿era una forma de reconocer que vivía en un 'mundo de hombres', o un honesto reconocimiento de que era su marido quien llevaba la batuta?

El mundo de la ciencia no ha llegado a ninguna conclusión definitiva, ni es fácil que lo haga ya, con ambos protagonistas fallecidos. No parece fácil reconstruir el trabajo que realizaron juntos y realizar una adecuada tasación de los méritos y aportaciones de cada cual, salvo que aparezcan nuevos y desconocidos documentos que desequilibren la balanza de la incertidumbre. Sin embargo, es innegable que la mera existencia de la duda, de una duda razonable, ha contribuido a realzar la figura de la matemática serbia y a dotarla de un aura de misterio.

Hay, además, un hecho biográfico que contribuye todavía más a agrandar la intriga. Cuando Mileva y Albert se divorciaron en 1919, años después de descubrir su infidelidad y cuando Einstein llevaba ya tiempo viviendo con su amante, lo único que reclamó fue percibir el dinero asociado al Premio Nobel en el caso de que Einstein lo recibiera, pues estaba completamente segura de que así ocurriría. Y su esposo no sólo aceptó esa cláusula, sino que la cumplió cuando, apenas dos años después, en 1921, recibió en efecto el preciado galardón.

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Pero la pregunta surge de forma casi inmediata. ¿Se hubiera atrevido Mileva a reclamar el dinero del Nobel si no estuviera convencida de que había tenido algún papel en la gestación del trabajo de su marido? Y aún más, ¿habría aceptado Einstein un acuerdo semejante si no reconociera, en cierto modo, que esa colaboración había existido y que merecía reconocerse? La hipótesis es razonable, pero no vale como prueba definitiva.

De hecho, podría decirse que tiene más peso la explicación alternativa, que plantea que ambos se pusieron de acuerdo en este punto para garantizar la atención de los hijos que compartían, entre ellos uno esquizofrénico, pues quedaban al cargo de Mileva. Es más, el acuerdo establecía que con el dinero del premio se crearía un fondo destinado a los hijos, del que Mileva sólo podría disponer con autorización de Albert.

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La historia de esta peculiar colaboración, rodeada de misterio, es el centro de la obra 'Señora Einstein', una producción española de Teatro Defondo que quiere dar a conocer su figura. «Nos llamó la atención que no sabíamos nada de esta matemática sobresaliente y nos pareció que podía ser un buen ejemplo de la invisibilización que todavía hoy sufren las mujeres científicas», asegura el productor de la obra, Pablo Huetos. «El caso es que empezamos a investigar y descubrimos una vida apasionante».

La pareja tuvo un primer hijo, antes de casarse, que desaparece de escena enseguida, seguramente porque fuera dado en adopción. La obra de teatro 'Señora Einstein' se permite la licencia de fantasear con la posibilidad de que Mileva, al final de su vida, hubiera querido saber qué fue de aquel hijo perdido. El caso es que la llegada de otros dos hijos contribuye a que ella se retire de las labores científicas para ocuparse de su cuidado.

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«Nuestra obra plantea preguntas, y no ofrece respuestas definitivas, porque no las hay, aunque nos da la sensación de que sí tuvo una participación importante en la elaboración de la teoría de la relatividad», explica Huetos. «Pero nos interesaba, sobre todo, profundizar en la pasión de la investigación científica, en la euforia del descubrimiento de algo nuevo, y en cómo esa pasión se entrelaza con la vida sentimental». Una euforia que la obra expresa en una escena en la que ambos se dicen, asombrados y divertidos: «Nos hemos cargado a Newton».

La historia de Mileva «es muy inspiradora y emotiva, porque es la vida de una mujer que tuvo que afrontar muchas dificultades», explica Huetos. La separación de la pareja es la parte más amarga de la historia. E ilustra lo que, sin duda, es una gran paradoja de lo humano: «Una pareja capaz de resolver el funcionamiento del cosmos no pudo arreglar su relación».

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Seis actores y muchos más papeles

Seis actores se encargan de poner en escena 'Señora Einstein', aunque los personajes a los que dan vida son muchos más. «Mantenemos la tradición de la compañía de que cada actor interpreta más de un rol», explica Huetos. La función se apoya en un texto de elaboración propia, gestado a fuego lento, tras realizar viajes a Suiza, para documentarse, y tras conversar con varias mujeres científicas. Un guion, además, que busca realzar los componentes emocionales «para que el público pueda identificarse con las sensaciones y ser parte de la historia».

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