![Lukas Avendaño durante la representación 'Buscando a Bruno' en el Festival de Teatro de Artes de Calle (TAC) que realizó en 2019 frente a la fachada del Museo Nacional de Escultura en Valladolid.](https://s2.ppllstatics.com/elnortedecastilla/www/multimedia/2024/03/23/luk1-kmy-U2101907071647aEB-758x531@El%20Norte.jpg)
![Lukas Avendaño durante la representación 'Buscando a Bruno' en el Festival de Teatro de Artes de Calle (TAC) que realizó en 2019 frente a la fachada del Museo Nacional de Escultura en Valladolid.](https://s2.ppllstatics.com/elnortedecastilla/www/multimedia/2024/03/23/luk1-kmy-U2101907071647aEB-758x531@El%20Norte.jpg)
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Frente a la fachada del Museo Nacional de Escultura, el antropólogo Lukas Avendaño protagonizó una emotiva actuación que cautivó al público. En aquella puesta en escena del Festival de Teatro de Artes de Calle (TAC) en mayo de 2019 denunciaba la pasividad del gobierno mexicano ... ante la desaparición de miles de personas, entre ellas, su hermano Bruno, miembro de la Infantería de Marina, a quien él y su madre vieron por última vez el 10 de mayo de 2018. Fue secuestrado y asesinado en Tehuantepec, en el estado de Oaxaca, y su cuerpo fue hallado el 2 de diciembre de 2020 en una fosa clandestina junto al hospital de la ciudad. «Seis años después siguen sin darnos respuesta sobre la investigación; a mi hermano lo asesinaron porque vivimos en un estado de indefensión, no hay garantías constitucionales que guarden nuestra integridad física», se lamenta Lukas Avendaño en conversación telefónica desde su casa.
Lukas Avendaño
Desde la desaparición y el asesinato de su hermano libra una campaña para pedir que se investigue y en la que, lejos de recibir explicaciones de las instituciones mexicanas, asegura estar recibiendo amenazas de muerte cada vez más virulentas sin que las autoridades le concedan protección alguna. El último aviso lo recibió el pasado 11 de marzo. De vuelta del aeropuerto donde había dejado a Lukas Avendaño para coger un vuelo, el chófer que había contratado durante los desplazamientos recibió un tiro en la cabeza. «Permanece ingresado en cuidados intensivos», apunta.«Le pago yo para protegerme cuando viajo, porque la Secretaría de Gobernación me dice que no existe amenaza suficiente que ponga en riesgo mi vida, aunque esa fase de amenaza pasó, ya vienen a por mí».
Se refiere a las llamadas telefónicas al domicilio que comparte con su madre. «Comunicantes anónimos nos dicen que nos van a matar.La causa de todo esto es que hay ecologistas que desaparecen, abogados que les asesoran que desaparecen por acompañar a comunidades que defienden sus tierras y recursos naturales frente a empresas interesadas en ellas y que el Gobierno considera zonas económicas especiales frente al régimen de propiedad comunal que defienden colectivos locales. Quienes se oponen a ello en el mejor de los casos son detenidos y, en el peor, son asesinados o desaparecidos».
Pone como ejemplo el artista mexicano que incluso madres que buscaban a sus hijos «han sido asesinadas frente a las oficinas del gobierno de sus estados. La inseguridad que padecemos no es infundada, más bien el Gobierno no hace su trabajo de salvaguardar la vida de los ciudadanos».
En este clima de temor trata Avendaño de sobrellevar el día a día en su comunidad de 600 habitantes. «Hoy me he levantado a las cuatro de la mañana porque mi madre marchó al mercado de Tehuantepec a vender los plátanos que cultivamos. Cuando amanece llevo las 17 ovejas que cuidamos a una zona donde pastan y riego otros cultivos que tenemos en el campo. También doy clase de danza a las infancias, aunque esto lo he suspendido por el percance».
El percance son las amenazas que le meten miedo en el cuerpo y atribuye al «señor que se disfraza de parca. Mi madre cuando se despierta da gracias al sol porque amanecimos un día más con vida. Pero últimamente le ha dado por agradecérselo al señor que se disfraza de parca, que no da la orden de que vengan a por nosotros para que podamos vivir un día más».
Entretanto, afirma, «intentamos seguir con nuestra vida cotidiana disimulando el temor. Pero tanto mi madre como yo sabemos que en el momento que el señor disfrazado de parca dé la orden van a venir a por nosotros. Esta es una llamada de auxilio para decirle a la sociedad que si todo esto sucede, no quiero que se nos responsabilice a nosotros».
Muy lejos de Tehuantepec, desde Ibiza, la vallisoletana Isa Sanz, directora del Festival Territori, trata de movilizar a la comunidad artística internacional ante el peligro que acecha al creador mexicano, al que trajo a Valladolid cuando ella colaboraba con el TAC. «Lukas enfrenta graves obstáculos, más allá de burocracia, racismo y homofobia por parte del gobierno».
Aún recuerda Avendaño su actuación en Valladolid, cuando lo que hizo ante unas doscientas personas más que una 'performance', asegura, «fue un acto de desesperación». «Se trataba de una pieza interactiva muy simple, había mucha gente queriendo participar. Yo sentado en una silla y al lado otra silla vacía donde los espectadores se iban acomodando, me tomaban de la mano, nos miramos a los ojos y cuando abro la mano esa persona se va y viene otra. Yo tenía el retrato de mi hermano colgando del cuello, como hicieron las madres de la Plaza de Mayo en Argentina también por sus desaparecidos». De aquel día frente al Museo de Escultura no olvida el silencio, el estremecimiento contenido del público, los aplausos.
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