Lucendo: «Sacar proyectos adelante es lo más bonito de la profesión»

En la obra 'El contador del amor', ella le pregunta a él que cuántas veces le ha sido infiel, y éste confiesa que doce. Él le pregunta a ella, y ésta reconoce que tan solo una... pero todo el tiempo. «Yahí llega la primera reflexión. ¿Es mejor que te engañen doce veces y ni siquiera recuerdes la cara de los otros o que te engañen solo con uno pero durante todo el tiempo?», asegura César Lucendo, uno de los dos protagonistas masculinos de la obra, que apunta que después de tres años, ya saben qué chistes van a despertar la sonrisa de ellas y con qué situaciones se van a reír ellos. «Nos ha pasado de todo en el patio de butacas. Es curioso porque es una obra en la que el hombre se va hundiendo poco a poco en la butaca, y en la que es inevitable que si vas en pareja te acaben preguntando a la salida del teatro por el tema», explica, en un apunte que suena a advertencia. «¿Compromiso ir al teatro? No sé, cada uno puede capear luego las preguntas como pueda», añade.

Lucendo alterna el teatro con cine y televisión, y ahora incluso se ha lanzado a escribir guiones que por el momento no han visto la luz. «Escribo formatos para televisión y otras plataformas, y al final el objetivo es tener la cabeza ocupada. A mí lo que me gusta es hacer proyectos, ya sean de teatro, televisión o Internet. Creo que sacar proyectos adelante es lo más bonito en esta profesión. Lo importante es que, dentro de esa inestabilidad en la que vivimos todos, al menos uno esté contento con lo que hace», asegura.

- ¿Y en qué punto se encuentra el contador de César Lucendo?

«Bien. Estoy tan a gusto con mi mujer y gracias a dios tengo una familia que me da equilibrio», apunta Lucendo, que profesionalmente atraviesa un buen momento en un sector que evoluciona a una velocidad de vértigo. «Netflix ha abierto una puerta pero Internet otra mucho más grande. «Ahora lo que queremos es la inmediatez, y las puertas se van abriendo cada día. ¡Es que cuando nos queramos dar cuenta Internet va a ser ya el pasado, no el futuro! Hoy no podemos vivir sin una conexión o un wifi», señala, recordando una anécdota reciente. «Hace poco leía a una chica en redes que decía ‘Me voy a la calle con un 50% de batería, ¡qué sea lo que dios quiera!’».