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Álex Rodríguez, director del FETAL, muestra la programación en el Palacio de Santa Cruz. A. Mingueza
«¿Que si estamos locos? Es posible, pero primero escúchame y déjame hacer»

«¿Que si estamos locos? Es posible, pero primero escúchame y déjame hacer»

Álex Rodríguez, director del Festival de Teatro Alternativo de Urones (FETAL), apuesta por una programación que se inclina hacia lo femenino y se agarra al lema, ‘Exilio en lo bello’, para reclutar a los indecisos

Jueves, 3 de agosto 2017, 21:52

Ya son veintiuno los años que cumple el festival y todavía hoy le recuerdan a diario la locura alternativa que supone diseñar una programación en un pueblo que apenas alcanza los 120 habitantes en el censo. Un festival en Tierra de Campos que, aún así, mueve cada año a 3.000 espectadores con lemas tan sugerentes como el de la edición que comienza el próximo día 5 de agosto. ‘Exilio en lo bello’ nos traslada este año hasta Urones de Castroponce, pero también hasta Rioseco, Valdunquillo, Mayorga, Villalón de Campos y Valderas.

Álex Rodríguez, en su quinto año en la dirección -doce siendo partícipe del proyecto-, redobla su apuesta por la igualdad inclinando la balanza hacia lo femenino. «Este año me posiciono más aún», reconoce.

Un festival como éste, ¿tiene más de alternativo o de locura?

–Bueno, sigue siendo peculiar y sorprendente para la gente, y la verdad es que se hace por la pasión que hay detrás, algo que se extiende y entiende en el contexto de las artes escénicas.

Visto con cierta distancia, llevar esta programación a un pueblo semi desierto empuja a pensar que no se piensa en el público.

–Es una opinión, pero les diría que en este festival van a poder ver obras por 6 euros que en cualquier otro escenario, por ejemplo el Calderón, lo verán por nueve. Pienso en el público, de hecho llevan 21 años acudiendo a ver artes escénicas sin ningún complejo ni miedo. Muchas veces escuchamos esa frase de ‘esto no lo voy a llevar porque no lo van a entender’. Frase errónea porque programar este tipo de espectáculos es educar al público. El año pasado vino gente hasta de Barcelona, aunque fundamentalmente se acerca público de Zamora, Salamanca, de León, Valladolid, Palencia,...

¿Cuáles son los atractivos que presenta esta edición?

–El sábado 20, por ejemplo, viene la compañía La Phármaco, que ha sido Premio Ojo Crítico, con un espectáculo de gran formato y doce personas en escena que adaptamos al espacio del Corral de Anuncia. Luego también contamos con la Residencia Creativa, que va a estrenar un texto que nunca se ha llevado a escena en España. Y así te podría enumerar unas cuantas más...

«El festival siempre ha sido reivindicativo. Con la tierra, con la despoblación, con lo laboral,...»

álex rodríguez

Dicho esto, intente convencer en cuatro líneas a todos esos indecisos que no conocen el festival y se estén planteando acudir después de leer sus argumentos.

–Pues para convencerles me agarro al lema de esta edición, que es ‘Exilio en lo bello’. Les diría que se exilien por un día o por una noche en Tierra de Campos y que desconecten por unas horas de sus preocupaciones. Castilla y León está sufriendo una despoblación continuada por falta de trabajo y desarrollo, y lo que nosotros hacemos es un guiño en un lugar en el que ya está todo cosechado. A ese indeciso le diría: ‘Vente, deja la ciudad y acércate para desconectar de tu día a día’.

Ha tocado la palabra maldita en esta comunidad. Dígame si el festival nace en su día como respuesta a la despoblación que sufre el mundo rural.

–No expresamente, pero sí es verdad que luego ha surgido ese concepto. Surgió a través de una asociación de mujeres y amas de casa de Urones, asociación La Amistad, que en el año 96 decide crear una actividad cultural. Un año después el alcalde lo apoya e incorpora teatro, conferencias y exposiciones. Ahora se ha hecho una Residencia Creativa de mujeres. No es algo gratuito ni espontáneo. En el origen nos dimos cuenta de que son las mujeres las que más emprenden, pero sí es verdad que nos dimos cuenta de lo difícil que es mantener proyectos en el medio rural por esa despoblación.

¿De ahí ese guiño que hace a la igualdad y a todo lo que tiene que ver con la creación femenina?

–Programo muchos trabajos hechos, producidos e interpretados fundamentalmente por mujeres y este año me he posicionado más aún.

¿No responde, entonces, a esa corriente que hay en la actualidad por apuntarse al carro de la igualdad?

–Bueno, ahí está la hemeroteca. En el año 96 mi compañía ya llevó al festival una obra sobre violencia de género, y hemos trabajado con este tipo de espectáculos durante muchos años. En la conferencia de la cultura en Valaldolid que se hizo en marzo ya se proponía firmemente programar la gestión cultural desde lo femenino. Porque la mujer tiene más capacidad. Yo mismo voy a ver muchos más espectáculos de mujeres. Los de los hombres no me interesan. Reconozco en la mujer una forma de contar diferente, en lo emotivo y en lo escénico.

Una apuesta que forma parte de ese espíritu reivindicativo que siempre ha tenido el festival.

–Siempre. Con la tierra, con la despoblación, con lo relativo a lo laboral,... La única modificación es que el festival siempre se hacía a finales de agosto, principios de septiembre, por esperar a la recogida y a la fiesta de la vendimia. Como traca final a la labor de la que viven. Y hemos cambiado las fechas por asumir también el público estival. No tenemos los criterios de otros festivales.

Otros festivales tampoco se implican con el entorno como el FETAL, que este año incorpora una propuesta para hacer patícipes a los uronenses.

–Sí. Vamos a llevar a cabo un taller de memoria durante tres días para que participen los vecinos. Al ser en su mayoría gente ya muy mayor, Louisa Medina, que es la creadora, va a trabajar una historia narrativa de recorrido de memoria.

Viene a mi memoria algo que dijo en la presentación del festival y que me hizo pensar. A usted qué le dice esta frase: ‘Cumplir lo que otros quieren nos causa exiliarnos de nosotros mismos’.

–Me dice que es un grito de libertad individual, no de hacer lo que me de la gana y piso a los demás. Hago con respeto lo que necesito. Es parte de la filosofía del festival, puede que seamos unos locos por hacer esto, pero ‘déjame hacer y escúchame’.

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