Hojarasca baila los sueños de las mujeres en 'El jardín de las Hespérides'

Tres concejalías ha concitado Alicia Soto en un proyecto que se gestó durante dos años y que tiene vida fuera y dentro del escenario. «Quería celebrar nuestros 25 años abordando el tema de la mujer, algo que tratamos ya al poco de fundarse la compañía. En este caso desde un planteamiento que une España, Portugal y Marruecos», cuenta la coreógrafa. «'El jardín...' habla de mujeres, pero no de los problemas inmediatos –maltrato o violencia–. Quería hablar de algo que vemos normal pero que no lo es, el patriarcado en el que la mujer tiene encima la casa y asume una serie de obligaciones. El jardín es ese espacio que ellas crean para reposar, para soñar, para ir al teatro –van más que los hombres–. Me parecía interesante hablar de ese mundo interior que construyen para sobrellevar lo demás. Tomé como referencia mi madre, pero es algo que he visto en todos los países y en todos los tipos de mujer, sea cual sea su condición profesional», explicó Alicia Soto, que ha vivido cinco años en Marruecos.

Musas en acción

«Soy una exiliada cultural, me fui porque estaba la situación muy difícil. Empecé en Lisboa y acabé allí por casualidades de la vida. Me di cuenta de la situación de las mujeres, que no es solo de las norteafricanas sino una cuestión universal. Pero la pieza parte de un fotograma marroquí. Ellos nos tratan como hermanos y los españoles tenemos un estereotipo negativo». Para derribar esos prejuicios montó unos talleres con mujeres marroquíes que viven en Valladolid y con mujeres gitanas. «La idea era descubrir las cosas que tienen en común y constatar que no están solas, que pueden compartir vivencias muy parecidas». Taller de palabra, de cuerpo y movimiento en el que salieron frases que aparecen en el espectáculo que podrá verse hoy y mañana en el Teatro Calderón.

«El taller nos sirvió como inspiración para improvisar». Alicia Soto descubrió que el colectivo extranjero más numeroso en Valladolid es precisamente el marroquí. «Son mujeres que vienen del Atlas profundo, que pasan de la aldea a una ciudad. Aquí viven en un ambiente cerrado, del trabajo al cole y a casa, y sin embargo pueden salir solas, algo que no hacen en su país.De hecho no quieren volver, viven bien aquí», afirmó la bailarina y productora del espectáculo, recordando sus diez felices años en esta ciudad.

Al colectivo inmigrante se unió el gitano, de la mano de la concejalía de Convivencia y Mediación. Carmen Jiménez, su responsable, destacó la oportunidad de «visibilizar minorías étnicas y culturales. Las mujeres gitanas y marroquíes viven en su entorno y es difícil sacarlas de él. Este proyecto muestra la diversidad, crea un espacio para compartir experiencias y visibiliza a las mujeres. El conocimiento elimina prejuicios y estereotipos, es un hilo conductor para mejorar la convivencia y el diálogo».

Vicky Soto, concejala de Educación,Infancia, Juventud e Igualdad, sentenció que «este mundo le cambiarán las mujeres» y animó a apoyarse en lo que nos une, que «es más rico que lo que nos separa». Por su parte, Ana Redondo, concejala de Cultura, celebró poder retomar la programación del Calderón con un estreno, tras dos que han tenido que ser pospuestos.

El director del coliseo, Chema Viteri, recordó que las entradas para los espectáculos se pondrán a la venta el mes anterior a su celebración hasta que se normalice la situación sanitaria.