Gema Matarranz: «En el teatro se sobrevive con pico y pala»

«A partir de la relación y el combate dialéctico entre dos mujeres 'La isla' habla del dolor, del deseo, de la maternidad, de la soledad en pareja y de cómo afectan a nuestros familiares y amigos el conflicto de una pareja con un hijo. Todo eso compone una montaña rusa en la que cada una de las dos madres vive una situación límite que afrontan de una manera completamente diferente», comenta la actriz segoviana.

En el terreno de la tragedia se desenvuelven buena parte de las producciones de Histrión Teatro. «En esta obra se habla del amor infinito y maravilloso entre dos mujeres, del cariño a los hijos, pero también del respeto a uno mismo cuando tienes que ser coherente con lo que realmente deseas, porque ese es el principal conflicto entre ambas, atreverse a decir lo que uno desea en la vida aunque esté mal visto por la sociedad. En esa situación brota la incomunicación a la que puede llegar una pareja después de años de convivencia».

El texto de la función, escrito y dirigida por Juan Carlos Rubio, se estrenó hace un año en el Teatro Alhambra de Granada y ganó el Premio del Jurado de la Feria de Teatro de Andalucía. La indagación en nuevas formas artísticas marca la gestación de las producciones de una compañía muy atenta «al contacto emocional con el espectador. Es la única forma de mantenernos en el huequecito que nos hemos hecho en el mercado», explica Gema Matarranz, con experiencia en el Festival de Teatro y Artes de Calle (TAC), donde ha participado con 'Juana la Loca'.

Al cabo de treinta años subiendo personajes y tramas a las tablas, detecta en el panorama teatral un cierto aire de desgaste. «Hay una especie de saturación porque somos muchos y la competencia es brutal. Por eso a la hora de crear un montaje intentamos buscar ese espacio en el que podamos conciliar las necesidades del mercado y las nuestras personales y artísticas. Los montajes con Juan Carlos Rubio suelen ser comprometidos socialmente».

Con un cambio radical en la orientación temática y en su tratamiento, en octubre proyectan estrenar 'El mueble', una incursión en la comedia para hablar «de ciertas cosas» en clave de humor; el público tiene que descansar de nuestra forma de trabajar tirando a la tragedia».

Su diagnóstico sobre el presente del mundo de la escena comparte el lamento de la precariedad que siguen lanzando las compañías de Castilla y León. «Como en Andalucía, o Madrid, la situación es muy complicada; hay mucho teatro, pero si no se incluyen caras conocidas es difícil hacer funciones. Atravesamos por un momento duro y delicado, no accedemos todos de la misma manera a la contratación, no es lo mismo que en un cartel aparezca un rostro televisivo a que no aparezca, sucede también en el cine».

¿Y cómo se sobrevive en un mercado tan inestable y complicado? «Con pico y pala, no parar, todos los días. Nina y yo somos las socias de la compañía y ella como distribuidora moviéndose por las ferias y yo detrás de los montajes hemos recorrido ya un camino y eso se nota, nos lo hemos currado mucho». Pone de relieve que la andadura de su compañía no ha estado libre de quebrantos: «Nos arruinamos dos veces. Te sale mal una producción y te quedas sin nada, a empezar de cero. Ahora –prosigue– estamos bien, con un equipo estupendo y el respeto de la profesión».