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Ya están aquí otra vez Yayo Cáceres y Álvaro Tato, esta vez con el Ay Teatro, a rendir un homenaje a Molière, en un juego de fragmentos de sus obras y del escritor y su peripecia. Es un montaje externo y logrado a la vez. ... No existe profundidad (es imposible con la fragmentación) pero sí un ritmo endiablado, un vestuario plural y una gestualidad ampulosa y variadísima.
'Vive Molière' Dramaturgia: Álvaro Tato
Con cinco principales intérpretes que durante una hora y media se despachan el homenaje. Ni Molière, ni Corneille o Racine han sido muy representados en España. Quizá 'El avaro' o 'Tartufo' sean las obras preferidas. Su 'Don Giovanni' se une a los clásicos de Tirso, Zorrilla y Da Ponte-Mozart. Fue un gran crítico de los hipócritas religiosos, de las mujeres sabias y pretenciosas, de la corrupción, y contó con la protección de Luis XIV. Un gran escritor, director de compañía y actor que murió vestido de amarillo en plena representación de 'El enfermo imaginario', lo que originó que los actores teatrales de todo el mundo consideren este color como de mala suerte y se nieguen a que aparezca en los escenarios.
No era fácil conseguir el ritmo que se exigía a los actores y el cambio rapidísimo de un vistoso vestuario, pero los cinco intérpretes de Ay Teatro se movieron en un escenario lleno de objetos con una precisión absoluta. También bailaron y cantaron con brevedad. En esa hora y media el héroe era Molière, que ocupó el juego actoral y ese algo más que se alzó por encima de los fragmentos de sus obras.
Como siempre, lleno y aplausos largos y repetidos que los intérpretes acogieron con un epilogo mientras limpiaban el escenario.
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