Homenaje a Lorca

Este monólogo homenaje aviva el recuerdo de aquel gran escritor asesinado, pero no es el poeta. Es un juego correcto. El silencio demandado por Bernarda lo quiebra Poncia, que antaño se la opuso y la advirtió de sus errores. Lo recordaba y me preguntaba qué sería de las otras hijas o de Pepe el Romano. Seguían igual y la Poncia se lamentaba (seguía trabajando en la casa) de no haber podido ayudar efectivamente a la joven Adela que se suicidó ¿por amor?

La puesta en escena con esas largas telas blancas se realiza de forma realista, con la actriz sola en ese escenario que varía en cada paso, diciendo las frases en forma introspectiva, incluso dirigiéndose en momentos al público. La transformación del decorado es el punto más original de la propuesta.

Lolita Flores es una intérprete seria y preparada. Hizo una versión del personaje muy personal, con dominio de las técnicas de interpretación y de movimiento, con adecuada utilización del espacio. Fue muy aplaudida. Lorca detrás, todavía joven, actual y genial.