Feminidad

La estructura dramaturgia es más complicada de lo acostumbrado. Uniones, desuniones, algunos éxitos, otros fracasos. María, madre y maestra en esa dualidad del solo y el conjunto. Así se van desarrollando las trece coreografías, con un final en el que las bailarinas se pierden al fondo del escenario hasta el oscuro final. La técnica también incorporaba novedades. Comienza con un solo de María y su portentosa exhibición del movimiento de brazos. Finaliza comuna exhibición magnífica, y en su desarrollo los movimientos gestuales de todos se multiplican. Sigue el zapateado muy perfilado, pero el cuerpo, sobre todo los brazos, añade movimientos solitarios o en grupo, con una disciplina perfecta.

Es, pues, un ballet que avanza. Con muchos años detrás y unas jóvenes extraordinarias. No digamos María, en gran forma. Y los músicos que rubricaron una excelente y nueva representación de un género que será patrimonio de la Humanidad. Lleno en el Calderón, siempre una gran noticia y la confirmación de que la danza es el género teatral que mejor funciona en nuestro país. Una energía positiva ocupó el teatro. Grandes aplausos del público.