Dos magníficas actrices

Estrenada en 1996, no se ha quedado antigua y es muy compresible en estos tiempos oscuros. Un mundo desagradable, aún entre madre e hija, que no da la felicidad. El enfrentamiento es tóxico como el fracaso de los humanos. Así, en una cocina (muy buena escenografía) se enfrentan estos cuatro sujetos. Echanove realiza una puesta en escena realista que era usual en aquel tiempo pero que iba más allá con un toque filosófico y universal que los intérpretes procuran.

Con un nivel alto las dos actrices principales realizan un estupendo trabajo. María Galiana, la madre, desde un estatismo perfecto en su sillón y pocas veces moviéndose y Lucía Quintana, al contrario, increpando ferozmente. Momentos tiernos y eróticos incluso. Vestuario oportuno. Desplazamientos y colocaciones múltiples. Dos creaciones.

Es curioso observar obras que no son nuevas y proceden del repertorio de los éxitos anteriores; 'El zoo de cristal', 'Historia de una escalera' o esta misma. En el momento presente faltan obras de talla. Motivos económicos y otras causas son los culpables. La calidad de origen que ese ve perdiendo y es necesario recuperar. Menos mal que existen actores como los de hoy. Fueron largamente aplaudidos.