Fue boxeador y cambio el ring por las tablas. Enrique Cornejo (Valladolid, 1941) lleva toda una vida en el teatro como empresario al frente de dos en Madrid y desde 2009, otro en su ciudad. Por su aportación a las artes escénicas vallisoletanas el ... alcalde, Jesús Julio Carnero, ha propuesto nombrarle hijo predilecto.
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La Diputación rehabilitó el Teatro Zorrilla y convocó un concurso para su gestión. Desde 2009 Cornejo ha ido renovando la concesión con los números de espectadores, funciones y espectáculos en progresión ascendente. Siempre ha dicho que no se hizo cargo del coliseo por dinero sino por la satisfacción de hacer algo en su ciudad. Lo cierto es que desde entonces ha cosechado premios como el Conde Ansúrez que otorgan los hosteleros, el de la Trayectoria Profesional de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), el galardón Ángel María de Pablos que otorgan los Amigos del Teatro o el honor de ser Alcaide de honor del Museo de Vino.
Su trato con el arquitecto que rehabilito el Zorrilla, Roberto Valle, le llevó a soñar con la otra pendiente, la del Lope de Vega. La muerte de Valle frenó su proyecto en común.
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