Eduardo Vasco: «Los festivales de teatro clásico vuelven con fuerza»

Eduardo Vasco celebra que no sólo Olmedo Clásico, sino otros festivales del país hayan reabierto sus puertas al público pese a la pandemia. «La buena noticia en referencia al teatro clásico no es que haya más compañías o más festivales, sino que los que hay gozan de muy buena salud y han vuelto con mucha fuerza». Un éxito que demuestra el arraigo que han logrado asentar estas iniciativas culturales, y el interés que despiertan estas obras.

Y una de ellas, sin duda, es 'Peribáñez y el comendador de Ocaña', uno de los dramas de la honra villana de Lope de Vega. La historia, bien conocida, narra el empeño del comendador por seducir a la fuerza a la esposa de Peribáñez, que se venga de él dejándole malherido y asesinando a otros personajes. En la obra original, el rey, conocedor de los delitos, acude a castigar a Peribáñez, pero al conocer lo ocurrido realmente, lo absuelve.

Todo este tramo final, breve, pero significativo en la obra, desaparece en la versión que presenta Noviembre Teatro, que ha decidir 'borrar' la figura del rey. «No es una alteración de la obra tan lesiva como otras que se realizan en adaptaciones de teatro clásico», explica Vasco. «El rey es un personaje pequeño en la obra original y nuestros espectadores no son los mismos que los de los corrales de comedias». El resultado es que en la versión de Noviembre Teatro la obra de Lope se queda en la venganza de Peribáñez sobre el comendador «y evitamos el perdón del rey».

Peribáñez conecta con 'El caballero de Olmedo' no sólo por ser obra del mismo autor, sino por estar inspirada, como aquella, en elementos folclóricos de raíz popular. Pero también por tratar la historia de un amor legítimo y correspondido que alguien intenta truncar. Pero, de un modo indirecto, conecta también con el aniversario comunero, pues 'Peribáñez' «es obra profundamente castellana», según Eduardo Vasco, y su protagonista es un villano que se enfrenta a un poder superior, el que representa el comendador, que abusa de sus prerrogativas. «Podríamos decir que es un levantamiento personal, el posible inicio de una revuelta», añade. «Y es que su señor no sólo no cumple sus funciones, sino que es el ejemplo de lo que no se debe hacer».

La obra es complicada de montar actualmente porque requiere un grupo de actores amplio y, sobre todo, dos protagonistas capaces de estar a la altura de dos personajes de tanta carga dramática como los que dan título al drama. Por otra parte, «al desarrollarse en un entorno rural la ambientación no es tan atractiva como el Palacio de 'La vida es sueño, por poner un ejemplo'», admite el director de Noviembre Teatro. Pero, a cambio, se trata de una de las obras más intensas del teatro clásico «que contiene algunos de los versos más bellos escritos por cualquier autor del Siglo de Oro».