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nieves marcos
Domingo, 24 de julio 2022, 01:04
Con Magüi Mira como responsable de la dramaturgia y la dirección, cinco experimentadas actrices en escena y un guión «inteligente» del Siglo de Oro, el éxito de la comedia 'Adiós, dueño mío' está asegurado. La producción teatral, que llega este domingo al festival de Olmedo, ... es una versión libre de la comedia de María de Zayas y Sotomayor, a cargo de Emilio Hernández y cuenta con un elenco compuesto exclusivamente por mujeres. «El título, 'Adiós, dueño mío', es de por sí muy significativo. Lo de 'dueños' y 'dueñas' no lo queremos, como tampoco lo quería María Zayas, y así lo transmitió en su única obra de teatro, 'La traición en la amistad', en la que se basa este texto», dijo.
–¿Qué le llamó la atención de esta pieza?
–María de Zayas (1590-después de 1647) fue una escritora luchadora, muy valiente y transgresora, que captó perfectamente lo que pasaba en su época. En ese momento ya denunciaba la represión y el maltrato psicológico hacia las mujeres por parte de la moral, del clero y de los usos de la época. Escribió mucha narrativa sobre la infelicidad de muchas mujeres por relegarlas al ámbito doméstico y hoy sigue siendo el caldo de cultivo en el que crece la violencia de género.
–En el montaje, el elenco es totalmente femenino, pero tres de ellas interpretan a tres hombres. ¿No consideró que esos papeles los representaran actores?
–Fue una propuesta totalmente mía porque me parecía interesante que fueran mujeres. Tiene una doble lectura: por una parte, el teatro es espectáculo y los grandes personajes, como Hamlet, por ejemplo, todas las grandes actrices los han querido representar. Además, hay un lenguaje sexual y una doble lectura porque se acepta que el hombre practique sexo abierto, pero se rechaza si quien lo practica es una mujer. María de Zayas ya alertó sobre esa doble vara de medir hace 400 años y con humor, porque esta obra es una comedia, creyó que se llegaría a entender que el sexo libre no va de la mano de los votos sagrados del compromiso.
–¿Se siente más cómoda trabajando con mujeres?
–Depende. Efectivamente debería ser así y tener un sentido de complicidad y solidaridad, pero no siempre lo es. También es cierto que venimos de muchos siglos de una educación patriarcal y eso no se puede evaporar de un plumazo. Tenemos que seguir trabajando hombres y mujeres para que tengamos un mundo donde todos seamos más felices.
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