Decenas de amigos celebran los 42 años de «trabajo y arte» de Teatro Corsario

Macho introdujo el «agradecimiento de la sociedad civil a los Corsarios por ser tan buena gente», por «agitar conciencias con el rigor de sus montajes y su estética expresionista», «por su manera de decir el verso» y «acercarnos a los clásicos». Víctor M.Díez señaló el tono de la publicación, «un libro libre, no académico» para celebrar «a quienes representan lo mejor de nuestra maltratada cultura». Los óleos de Álvaro Pedraz iluminan los textos editados por Héctor Escolar.

Fernando Herrero, crítico de este diario, ha sido testigo del nacimiento y desarrollo de la compañía que ha levantado «45 montajes en 40 años». Recordó la vocación primigenia de varios de sus integrantes que se conocieron en la Facultad de Medicina, eligiendo finalmente el lenitivo del alma desde el escenario. Definió a Corsario como «ejemplo vivo de lo que hace falta: de trabajo, arte y solidaridad».

Rafael Vega, 'Sansón', Luis Marigómez, Gustavo Martín Garzo o Javier Dámaso, presentes ayer, también colaboran en el libro. Entre las lecturas, los Corsarios mostraron píldoras de su repertorio comenzando por Carlos Pinedo y 'Retorno a Celama', de Luis Mateo Díez, también en el libro. «Conformarse con lo que había, con Celama, es una gilipollez. Es una verdad universal que el mundo es de todos», proclamó el marinero Pinedo animando al viaje. Kiko Vergara acercó una escena de 'Edipo Rey', mientras Blanca Izquierdo y Javier Bermejo trasladaron al público al XIX de Zorrilla.

El profesor Germán Vega recordó en el interludio que Corsario es el ejemplo práctico de sus clases, destacó su labor de «recuperación para la contemporaneidad de los dramaturgos del Siglo de Oro» y se congratuló por tenerlos de compañeros en el festival Olmedo Clásico. Esa ha sido su manera «sucedánea» de ser corsario, por eso se animó a pedir una prueba para ser actor de reparto ahora que tendrá menos clases.

Miguel Ángel Pérez, 'Maguil', pidió un teatro para esta compañía que en los noventa hacía más de 20 funciones anuales en Valladolid y ahora apenas cinco. Jesús Peña, director de al compañía, encarnó a Segismundo, de 'La vida es sueño', para completar el catálogo de registros. Les acompañó a la guitarra Jesús Prieto, 'Pitti', del tango a la bossa nova, en sus personales cadencias. Cerró el acto Jesús Cifuentes con una canción de su próximo disco, 'Solo ante el peligro'. Entre el público, otros corsarios como Luismi García y Rosa Manzano.