Valladolid

Corsario, 40 años fieles a los clásicos aligerados por el humor de sus títeres

La iglesia barroca se ha convertido en un corral de comedias que alberga, a modo de teatrillos, fotos y objetos significativos de cada montaje. Sus inicios, además de una historia de «hambre literal», apuntó su director Jesús Peña, fueron de búsqueda. Lewis Carroll y Antonin Artaud firmaban sus primeros títulos. Les costó un poco llegar al territorio de los clásicos, del Siglo de Oro español, donde hoy reinan y son reconocidos por su peculiar manera de declamar el verso.

Fernando Urdiales estuvo al frente de la compañía desde 1982 hasta 2010, año de su muerte. Tomaron el testigo Javier Semprún, Luismi García y Jesús Peña. Varios son los cuadernos de director de Urdiales, con la letra clara del médico que no fue, expuestos en los que se puede seguir su manera de trabajar, sus anotaciones para cada personaje, sus dibujos de las composiciones en el escenario.

Los trajes originales de 'El alcalde de Zalamea' reciben al visitante, a cuyo paso salen otros personajes/maniquíes que han trepado hasta las hornacinas que custodian el altar.

Desde 1994 la compañía abrió otra linea de trabajo, los títeres para adultos. La pericia de Teresa Lázaro y Jesús Peña la muestran demonios y plañideras, ogros comeniños y obispos enfadados. Calderón, Lope, Zorrilla, se han ido sucediendo en su repertorio a la vez que desarrollaban una lectura satírica en 'Aullidos' o 'Celestina infernal'. Acaban de estrenar un clásico contemporáneo, 'Retorno a Celama', basado en los cuentos de Luis Mateo Díez. Y otro 'calderón', al que han dedicado buena parte de sus esfuerzos, 'El alcalde de Zalamea'.

La marca de la casa ha sido siempre la excelencia, «si no lo podemos asumir para que sea óptimo, ni lo empezamos», dice Peña. Hay un montaje que lo han representado durante 25 años, 'Pasión', su alto coste de producción lo hace casi inviable, aún así el comisario de la exposición, Germán Vega, animó a las instituciones en apoyar este espectáculo que «dialoga perfectamente con nuestro Museo Nacional de Escultura y con la ciudad». La exposición estará abierta hasta el 5 de noviembre.

Desde 1994 la compañía abrió otra línea de trabajo, los títeres para adultos. La pericia de Teresa Lázaro y Jesús Peña la muestran demonios y plañideras, ogros comeniños y obispos enfadados. Calderón, Lope, Zorrilla, se han ido sucediendo en su repertorio a la vez que desarrollaban una lectura satírica en 'Aullidos' o 'Celestina infernal'. Acaban de estrenar un clásico contemporáneo, 'Retorno a Celama', basado en los cuentos de Luis Mateo Díez. Y otro 'calderón', al que han dedicado buena parte de sus esfuerzos, 'El alcalde de Zalamea'.

La marca de la casa ha sido siempre la excelencia, «si no lo podemos asumir para que sea óptimo, ni lo empezamos», dice Peña, que ostenta en récord de haber estado 25 años crucificado. Él protagonizó 'Pasión', el montaje que más éxito ha tenido de su repertorio, el que más les piden pero su alto coste de producción hace casi inviable retomarlo hoy. Aún así el comisario de la exposición y catedrático de la Universidad de Valladolid, Germán Vega, animó a las instituciones a apoyar este espectáculo que «dialoga perfectamente con nuestro Museo Nacional de Escultura y con la ciudad». Irene Carvajal, concejala de Cultura, asentía a su lado. La exposición estará abierta hasta el 5 de noviembre.