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Urones será el escenario del preestreno y la Feria de Ciudad Rodrigo, el del estreno. Rayuela Producciones Teatrales vuelven al público adulto con 'La mujer helada', la dramatización de la novela homónima, de Annie Ernaux.
El equipo de Nina Reglero aún casi no se lo ... cree. Ha sido todo muy rápido. «Solicitamos los derechos hace tiempo y no contestaban. Normalmente si te los niegan la respuesta es rápida, pero nos pidieron paciencia. Luego supimos por qué, Ernaux se estaba postulando para el Premio Nobel. Una vez se hizo pública la concesión, nos los cedieron sin ninguna condición», recuerda Nina. Durante años han estado trabajando con público joven y en su búsqueda Reglero topó con 'Historia de una chica', de la autora francesa. «No era adecuado para los chicos pero sí me interesó su escritura, cómo ficciona su vida, cómo disecciona cada momento, cada emoción, cada decisión. Habla de su evolución como mujer, que es la de todas».
'La mujer helada' confronta la mirada de una adulta, con la de ella misma cuando era joven. «Me interesaba especialmente esta novela porque ella misma, una mujer culta, con inquietudes, que ha elegido su vida, se da cuenta en su madurez que ha normalizado roles tradicionales que creía superados. Y la atraviesa una duda extraña», explica Reglero. Ella ha sido la autora del texto teatral, a partir de la traducción de Lydia Vázquez para la editorial Cabaret Voltaire. «El escenario demanda otro ritmo, otro dinamismo más vibrante que el de la lectura como novela. La escena necesita conflicto, energía, otra musicalidad», apunta. Por eso ideó tres personajes, tres versiones de Annie Ernaux. La joven, interpretada por Laura Cocho, la madura, por Marta Ruiz de Viñaspre, y la Annie escritora, bailada por Lola Eiffel.
De la experiencia personal a la identificación universal. Annie Ernaux escribe desde el yo. Su literatura no necesita de más imaginación que la biografía, por eso lleva la etiqueta de autoficción. Su origen humilde en un hogar que vivía de una tienda-bar, su brillantez intelectual, sus estudios universitarios, su aborto, su matrimonio, la profesión de maestra en provincias, la maternidad, el divorcio...Ernaux ha ido escrutando una vida, la suya, desde el análisis literario. La Academia Sueca destacó «su coraje y agudeza clínica con la que descubre las raíces de la memoria personal».
Durante 75 minutos las tres conviven en un escenario cuyo suelo es un espejo, –es un juego de espejos entre ellas– y en una sencilla escenografía marcada por enseres alegóricos, con varias neveras al fondo. «El título alude a la congelación del mundo femenino».
Lola Eiffel baila a la Ernaux poética. «Es una mujer con muchas vidas, por su infancia. Una cosa es lo que vive fuera, en la sociedad, y otra, lo de su casa. Es bonito el proceso de cómo ser una siendo a la vez tres. Soy la escritora, la que cuenta lo que viven la adulta y la niña porque lo ve desde fuera», explica Lola que leyó el original en francés y también recita sobre el escenario algunos párrafos en la lengua materna de Ernaux.
Marta Ruiz encarna a Annie adulta. «La distancia con lo vivido te lo hace ver de otra manera, aunque no tiene ninguna posibilidad e cambiar el pasado ver a su yo joven l permite plantearse los cambios, el espejo que le lleva apreguntarse en qué me he convertido y cómo ha sido. Es una historia muy sencilla que le pasa a todo el mundo pero tiene de especial el hecho de estar contada de forma tan analítica, tan al detalle».
La joven Ernaux se expresará a través de Laura Cocho. «Me toca la evolución de la infancia y la juventud hasta que llega a un matrimonio con dos hijos. Es un período largo y coherente, cuando fue más libre. Luego cambia ella, cambia su cuerpo, se cuestiona todo», dice Cocho quien conoció la literatura de Ernaux en u grupo de lectura en la librería La Otra. «No esperaba que me tocara algo así», dice contenta.
El estreno oficial de 'La mujer helada' será en la Feria de Ciudad Rodrigo (del 22 al 26) y Rayuela la llevará al LAVAen diciembre. Reglero espera «volver a los circuitos adultos» con esta obra. Y quien sabe si la generosa Ernaux que nada ha pedido por los derechos venga quizá a Valladolid a ver su obra.
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