Un momento de 'El alcalde de Zalamea' en la versión con la que Teatro Corsario abre Olmedo Clásico. Cedida

Olmedo Clásico

Corsario pone perspectiva histórica al machismo en 'El alcalde de Zalamea'

La compañía vallisoletana abre este viernes el festival con su versión de la obra de Calderón de la Barca

Samuel Regueira

Valladolid

Viernes, 19 de julio 2024, 10:25

Olmedo alza el telón este viernes con diez intensivos días de teatro clásico, en los que Calderón de la Barca tendrá un protagonismo recurrente en varias de las obras propuestas. Ya en su jornada inaugural (23:00 horas), los asistentes a la decimoctava edición del ... festival de Teatro Clásico en La Villa del Caballero podrán asistir a una nueva versión de otra de las obras de cabecera del autor de 'La vida es sueño'. Teatro Corsario aborda en la Corrala 'El alcalde de Zalamea' y lo hace con especial hincapié en la agresión contra la mujer; tema hoy candente y de triste actualidad (en las páginas de sucesos y en las esferas política, legislativa, social y cultural) y donde la mirada del Siglo de Oro invita a una reflexión con perspectiva histórica.

Publicidad

«Hemos construido una versión bastante fiel a la trama original», anticipa Jesús Peña, director y responsable de la adaptación: «Nos interesa incidir y mostrar la violación de Isabel, hija de Pedro Crespo, y todo lo que acontece en torno a aquella agresión». Por economía narrativa, Corsario ha suprimido personajes y textos menos vinculados al argumento principal para facilitar centrar la atención del público, ahorrando temas y tramas que «en su momento pudieron interesar al autor y a sus espectadores, pero hoy no».

Peña defiende su trabajo de adaptación, en el que ha perseguido en todo momento «que el autor se manifieste» a través de la compañía, mediante «versos fieles, muy respetados» y que apenas han alterado el lenguaje más allá de para facilitar la comprensión de cara al siglo XXI: «Somos los médium que facilitamos a los autores del Siglo de Oro que se expresen, que se les entienda mejor y que se clarifiquen algunos aspectos de su discurso, sin traicionarlo».

En esta actualización han querido también preservar, en la medida de lo posible, la belleza intrínseca y la musicalidad de las palabras expresamente escogidas por Calderón de la Barca para construir sus obras: «Hay una cuestión estética de características poéticas que no podemos olvidar para hacer llegar también la belleza del texto», admite. «En esa cuestión, sigue siendo prioritario hacer el contenido más transparente, a partir de un lenguaje que en ocasiones hoy puede que ya no se entienda, pero sin quitarle nada de su belleza».

Publicidad

La experiencia de Corsario con Calderón de la Barca es notable. Este es ya su séptimo espectáculo: «'El alcalde de Zalamea' es un texto menos retórico que otros, de adaptación más sencilla, y de una vigencia simplemente apasionante».

Huir del discurso contemporáneo

Jesús Peña advierte: quien espere una versión adaptada a las sensibilidades de los tiempos contemporáneos, aquí no la va a encontrar: «Hemos vertebrado todo en torno a la historia de la violación, los acontecimientos que ocurren antes y aquellos que suceden después», resume. «Para Teatro Corsario, hubiera sido mucho más sencillo haber lanzado el discurso que más nos puede interesar hoy con respecto a nuestros contemporáneos, ya sea por modas o por movimientos sociales, en uno o en otro sentido».

Publicidad

Peña ha preferido, no obstante, mantenerse fiel al texto ya escrito: «Nuestra prioridad era que Calderón llegase con absoluta claridad, y para ello no podíamos ni manipular las decisiones de los comportamientos de los personajes ni sus palabras para convertirlas en algo diferente». Esto no implica, claro, que la obra no tenga en sí misma una postura moral (y política) concreta: «Poder mirar con perspectiva al pasado facilita que cada cual saque por sí mismo sus propias conclusiones», señala.

«Durante mucho tiempo se ha podido pensar que Calderón era un autor que quería ese tipo de sociedad; sin embargo, hay que atender al monólogo de sus personajes femeninos para comprender cómo están expresando el sentimiento que les causa su época».

Publicidad

Las conclusiones a las que se invita al espectador pertenecen a cada uno, pero será difícil no pensar que «ese machismo sigue en la sociedad, quizá de forma no tan drástica aquí, pero sí en otros países», aventura Peña. Mientras se planta esa semilla de pensamiento crítico, el público también podrá disfrutar de la singular puesta en escena: «Está bastante desnuda, con pocos elementos y unas imágenes que muestran un cielo donde se proyectan imágenes que ilustran y explican, de manera hermosa, lo que está ocurriendo en la escena».

Este contenido es exclusivo para suscriptores

0,99€ primer mes

Publicidad