Un Caballero de Olmedo en el enredo comunero

La primera referencia fiable sobre la identidad real del 'caballero de Olmedo' la proporcionó el historiador Joseph Pérez, quien encontró en 1966, en el Archivo de Simancas, varios documentos relativos a aquel suceso. Una información que recopiló en 'La muerte del Caballero de Olmedo. La leyenda y la historia'. Por Pérez sabemos que el asesinado se llamaba Juan de Vivero, que era caballero de Santiago y que su muerte llevó a la detención de Miguel Ruiz, también natural de Olmedo, y no de Medina como afirmaba la leyenda. «La fecha (6 de noviembre de 1521), la identidad de la víctima, del asesino, el lugar y las circunstancias del crimen están bien establecidas. Los motivos, por el contrario, continúan siendo oscuros», afirmaba Joseph Pérez.

Algunas informaciones hablaban de disputas por asuntos menores, pero es Antonio Blanco, en su estudio 'Sobre la realidad histórica de El Caballero de Olmedo' quien vincula su muerte con el conflicto de las Comunidades. Apoyándose en ese trabajo, Benjamín Sevilla, codirector del festival Olmedo Clásico, explica que «Juan de Vivero fue inicialmente partidario de los comuneros, pero luego, a la vista de los acontecimientos, se cambió al bando realista». Otros investigadores vinculan esa decisión a las disputas por el poder dentro de la localidad y piensan que el crimen fue una venganza relacionada con ello.

Nada de esto afecta a la valía de la obra de Lope de Vega, ni tiene relación alguna con el interés que ha despertado desde mucho tiempo atrás. Quien más, quien menos, todos han querido interpretar a don Alonso y doña Inés. Incluyendo Federico García Lorca, y su mítica 'La Barraca', que contribuyeron decisivamente a reavivar el interés por la obra en los años treinta del pasado siglo, y que la representaron por varios municipios de Burgos y Salamanca.

Con todo, la vinculación comunera permite ligar las dos patas de la programación de Teatro Clásico de este año, la dedicada a Lope de Vega -con dos versiones de El Caballero, a las que se suman 'Castelvines y Monteses', que pudo verse en la jornada inicial, 'Peribáñez y el comendador de Ocaña', el sábado 31, y 'Lope sobre ruedas', el 1 de agosto- con 'Enredabailes comunero', el martes 27, un recital espectáculo de poesía y música de la época. Los dos aniversarios coinciden también en las Jornadas de Teatro Clásico que se celebran en el Centro de Artes Escénicas San Pedro.

«Celebramos una obra que es fundamental para Olmedo y que está en el origen de la existencia misma de este festival», reconoce Germán Vega, codirector del certamen teatral. «Por eso somos muy sensibles a todo lo que tiene que ver con El Caballero de Olmedo, y con el propio Lope de Vega».

Lope, ciertamente, se inspiró en los versos de una cancioncilla popular. Pero tomar como referencia unos versos tan conocidos, implicaba que su público conocía el desenlace de la obra, la muerte del caballero, desde antes de empezar. A partir de ese condicionante Lope teje su intriga en el proceso que lleva a la muerte, una de las características más singulares de la obra.

«Es una de las seis obras más importantes del Siglo de Oro español», asegura sin titubear Luciano García Lorenzo, investigador del CSIC y ex director del Festival de Almagro. «La gran habilidad de Lope es el modo como crea sus obras a partir de una raíz popular y folclórica, de una tradición existente». Ese lazo entre lo popular y lo culto, que no era extraño a los autores del Siglo de Oro, pero que es especialmente visible en 'El Caballero de Olmedo' y en 'Peribáñez, el comendador de Ocaña', fue sin duda lo que más sedujo a García Lorca. De hecho, con su proyecto de La Barraca buceaba en Federico la misma idea: conectar lo popular y lo culto a través de una labor sociocultural.

En el último siglo el interés por la obra no ha dejado de crecer, hasta el punto de que El Caballero de Olmedo se encuentra entre las obras más representadas del teatro español, junto con 'Castigo sin venganza', de Lope también, o 'La vida es sueño' y 'La dama duende', ambas de Pedro Calderón de la Barca.

«Todas las grandes compañías la han montado reiteradamente, no hay director de escena o actor que no quiera interpretarla», explica García Lorenzo, quien resalta que, desde el punto de vista de la construcción dramática, «es una obra casi perfecta».

'El Caballero' fue compuesto en la etapa final de la producción literaria de Lope, un creador y aventurero de vida singular. Su fascinación por las mujeres entra en conflicto con su religiosidad, y finalmente decide tomar los votos sacerdotales. Pero, aun así, no puede evitar volverse a enamorar de quien fue su último amor, la joven Marta de Nevares, que aparece en su obra bajo los nombres de Amarilis, Marcia Leonarda o Dorotea. Este nuevo amor se inicia en 1616 y no concluye hasta la muerte de ella, en 1632, pese a la condición sacerdotal de él. 'El Caballero de Olmedo' fue compuesta en los primeros años de esa nueva relación impropia, pero apasionada, antes de que la grave enfermedad de ella sumiera en la angustia la existencia de Lope. Cuando compuso la obra que colocó a Olmedo en el mapa literario mundial, todavía disfrutaba de las mieles del amor, aunque quizás el temor a su propia vida irregular le inspirara a la hora de tejer las redes del destino trágico de su célebre obra.