Andoni Ferreño y Agustín Bravo aterrizan este sábado en el Teatro Zorrilla (20 horas) con el popular vodevil 'Boeing Boeing', la obra maestra del francés Marc Camoletti, que fuera llevada al cine en el año 1965 por John Rich en la célebre película del mismo ... título que protagonizaron Jerry Lewis y Tony Curtis.
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«Es una comedia infalible, de mucho ritmo», asegura Ferreño. «Es la obra cumbre del vodevil moderno y, como tal, no tiene mensaje, sólo aspira a proporcionar diversión al espectador. El vodevil es un género mágico, muy difícil de hacer, y hay que respetar sus entrañas para que funcione correctamente».
Ferreño, que además de coprotagonista es promotor de la obra, cuyos derechos persiguió durante once años hasta finalmente conseguirlos durante la pandemia, asegura que se trata de una pieza golosa para cualquier actor cómico. «Valladolid va a ser la segunda función de la gira. Estamos expectantes», asegura.
'Boeing Boeing' no forma parte de esa tendencia, cada vez más extendida, en parte por razones económicas, de convertir el teatro en un espectáculo de elementos mínimos. «Es una función costosa, con un decorado muy elaborado: Pero si quieres atraer al público al teatro hay que darlo todo», asegura Ferreño. Y en este caso, además, no valía cualquier escenografía porque las puertas, como en todo vodevil que se precie, son una parte fundamental de la dramaturgia y del humor de la obra. «Seguimos la máxima de nuestro maestro, Arturo Fernández, que decía que un vodevil necesita un gran decorado, y aquí lo hay».
La obra original se alargaba hasta las dos horas y media y ha sido notablemente recortada en la adaptación española, hasta dejarla en un espectáculo de duración estándar, de una hora y media. Pero, además, se han realzado los personajes femeninos y se han introducido algunos cambios. Por ejemplo, el ama de llaves del texto de Camoletti ha sido sustituida por un mayordomo, y la excusa argumental original que desencadena del enredo ha sido también modificada para que resultara creíble. En la obra, y en la película también, la situación cómica está provocada por la irrupción de un nuevo modelo de avión, el Boeing del título, que viaja más rápido y, por tanto trastoca todos los horarios del periodista Bernard (Agustín Bravo) que ha diseñado un meticuloso sistema horario que le permite mantener varias relaciones amorosas simultáneamente sin que las afectadas lo sepan. Ese detonante ya no tiene sentido en el siglo XXI, de modo que la obra teatral española lo sustituye por una huelga de las compañías aéreas, que produce el mismo efecto: descolocar el orden artificial con el que Bernard encubre su golfería.
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«Hemos traído la función al día de hoy, pero respetando su estructura cómica, pues lo contrario no tendría sentido», explica Andoni Ferreño. Desde el principio la compañía decidió que no tomaría como referencia la célebre película y que apostaría por la obra original. Eso sí, la modernización incluirá también la presencia de móviles y otros elementos de nuestro tiempo.
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