Actriz de Hollywood busca empleo

Tenía 54 años y una prolífica y exitosa carrera cinematográfica, que incluía dos Oscar y decenas de papeles protagonistas. Sin embargo, sentía que su carrera perdía fuelle y que Hollywood maltrataba a las actrices veteranas como ella, a las que no ofrecía trabajo. Sobre esta conocida anécdota real del anuncio por palabras se construye la obra teatral biográfica 'Loba' (She Wolf), escrita por Juan Mairena, que será llevada a los escenarios por la compañía vallisoletana Teatro del Navegante. Su gira arrancó hace unas semanas en Nava del Rey, Medina de Rioseco y Castroverde de Cerrato. Detrás vendrán otros escenarios como Tordesillas (19 de marzo), Cigales (20 de marzo) y San Miguel del Arroyo (9 de abril) y también Getxo, Erandio, Móstoles, San Sebastián o Málaga.

La actriz Béatrice Fulconis es la encargada de dar vida a una Bette Davis vulnerable, empática, luchadora, pero también iracunda y a veces hasta cruel. Xiqui Rodríguez dirige la obra y a la vez interpreta a Lukas Heller, redactor que atiende la inserción de la demanda de empleo y que además era guionista de grandes películas como '¿Qué fue de Baby Jane?'. La conversación entre ambos personajes da pie para relatar la vida y obra de la gran diva, y describir como fue la época más glamurosa de Hollywood. «Con 'Loba', mezclamos realidad y ficción para hacer un homenaje al coraje y esfuerzo de tantas actrices que se han dejado y se dejan la piel por defender su trabajo en un mundo liderado por hombres. Es también un guiño al cine como catalizador de historias cercanas, de trabajos técnicos no reconocidos por el gran público y de los grandes títulos que forman parte de nuestro acervo cultural», explican Fulconis y Rodríguez, quienes también se encargan de llevar el control de luces, música y audiovisuales desde el escenario.

Bette Davis, que luchó toda su vida por guiones a la altura de su talento y por un salario justo, resulta un personaje fascinante para Fulconis. «Para mí, ella fue un referente desde mi infancia. Cuando veía sus películas me imaginaba que algún día actuaría como ella. Luchó por no ser mujer florero. Venía de Broadway, había estudiado teatro y tenía una belleza especial y una forma de interpretar muy diferente a lo que se había visto hasta el momento en Hollywood. Siempre hacía de mala porque ninguna otra actriz quería aquellos papeles que a ella le encantaban». «En su vida personal, pasó un calvario desde pequeña por el divorcio de sus padres y vivió el maltrato en sus propias carnes. Tenía un carácter fuerte, pero a la vez era muy vulnerable y sentía la necesidad de tener siempre un hombre a su lado, aunque no dio con el adecuado. Que Bette Davis pusiera un anuncio demandando trabajo teniendo dos Oscar a sus espaldas, fue un toque de atención a la industria cinematográfica», explica.

A Béatrice y a Xiqui los meses de parón en el confinamiento les sirvió de revulsivo para iniciar un nuevo proyecto para su compañía nacida en 2009. «Nos encontramos con este texto de Juan Mairena, que no había sido estrenado nunca y que era ideal para nosotros, porque nos permitía producir, interpretar, dirigir e incluso realizar los efectos nosotros solos», explica él, que se ha tenido que desdoblar para estar dentro de escena y a la vez dirigir. Una tarea nada fácil. «Tener la doble visión, dentro-fuera, es complicado. Mi personaje durante la obra, tiene mucho tiempo de escucha, lo que me permitía tener una percepción más exterior del montaje. Por otro lado, interpretar a personajes reales, siempre es complicado. Nosotros no pretendemos imitar, sino transmitir la presencia de Bette, su carácter y su sentido del humor. Ha sido un trabajo muy largo, muy honesto y también muy agradecido», apostilla Xiqui Rodríguez, que trabaja también de forma habitual para Corsario y Teloncillo.

La compañía vallisoletana encandiló en el estreno de 'Loba', en la 24 Feria de Teatro de Castilla y León, en Ciudad Rodrigo. «Ha sido un gran trampolín para nosotros. Nos vimos sobrepasados por la reacción tan emocional que hubo entre el público, entre los programadores y entre los compañeros de profesión, porque los que trabajamos en esto, sabemos que cuando las luces del escenario se apagan, hay que volver a la vida real, hay que luchar y hay que seguir adelante. La de actor es una profesión dura y con menos glamour de lo que la gente piensa», concluye Béatrice.