El sueño cumplido de Ángela Colomer de publicar un libro con 13 años

«Nos propusimos escribir un capítulo cada una y lo que no nos gustaba lo corregíamos hasta que nos convencía a ambas», detalla con el orgullo y la sonrisa de quien se ha lanzado a una aventura tan precoz como poco común esta joven de 13 años, alumna de segundo de la ESO en el colegio Nuestra Señora de Lourdes. En sus aulas vivió hace unos años su primera experiencia de escritura colectiva como tarea escolar con compañeros de pupitre. Años después se lanzó con su amiga Blanca a recrear un viaje de aventuras en Tailandia imaginando «experiencias graciosas y sorpresas con nosotras como protagonistas; nos documentamos sobre playas, ciudades y la vida en la calle del país». ¿Y por qué Tailandia? «Solo el nombre ya nos parecía molongui», apunta sin resquicio de duda.

Por el texto escrito en tercera persona se dejan caer personajes secundarios al servicio de una trama en la que las narradoras viven experiencias como la narrada en un capítulo repleto de travesuras de un niño al que una madre deja bajo su cargo y olvidan en un taxi. «Porque en el libro sabemos conducir y nos vamos de fiesta», matiza Ángela Colomer.

Casi con la tinta recién impresa, hace unos días recibió en su casa de Arroyo de la Encomienda el primer paquete con los libros de su estreno literario, que ha repartido después entre familiares, amigos y algún profesor esta lectora que disfruta leyendo a Javier Cordura, María Gripe, Miguel Delibes y Cervantes.

Habituada a obtener buenas calificaciones escolares, cuenta Ángela que en las clases de lengua y lectura es donde más atención presta. «Es muy trabajadora y responsable, no nos enteramos de si tiene exámenes o no, ella lleva el control absoluto de las cosas, es muy organizada y con inquietudes culturales; más que leer siempre le ha gustado aprender», tercia Alicia, su madre, orientadora escolar, orgullosa porque, dice, «todo lo ve sin inconvenientes, como una oportunidad en la vida».

Su vena imaginativa está fluyendo también hacia el mundo del diseño, donde ha creado –también junto a su amiga Blanca– la marca A&B bajo la que idea formas y colores que estampa en camisetas, tazas, gorras, sudaderas y cojines que adornan su habitación. De momento, su temprana experiencia con la edición le ha granjeado elogios y dedicatorias de familiares, profesores y amigos, aunque reconoce que lo más complicado ha sido elaborar para la editorial su biografía y la de su amiga junto al resumen del libro. Y una de las cosas más gratificantes, asegura, son las preguntas de los compañeros de clase sobre aspectos de una trama tran estructurada como el futuro que imagina: «De mayor quiero ser profesora para empezar a ganar dinero, luego montar una marca de diseño de ropa como A&B y crear con ella una empresa. Ah, y por supuesto, ser escritora», expone con el convencimiento de que todo se resume en ceñirse a un plan y cumplirlo. De momento, ha debutado en el mundo de la edición con un libro de final abierto, pensado para abrir boca a un segundo título de la saga que, advierte, «ya estamos escribiendo».