Seminci, o la versión cinéfila del 'Resistiré'

Sin el glamur de Cate Blanchett, quien le puso rostro a la defensa de la gran pantalla en la ciudad de los canales, pero «con un frente convencido», en palabras del director de la semana vallisoletana, Javier Angulo, San Sebastián, Málaga, Sitges o Sevilla, entre otros, se adhirieron a un decálogo de reivindicación de la cultura cinematográfica en tiempos de la covid-19.

Una treintena de directores de festivales, distribuidores independientes y representantes institucionales participaron en la Jornada 'Por la diversidad cultural. Encuentro entre los Festivales de Cine y la Distribución Independiente', el sobrenombre con el que se acuñó el particular 'Resistiré' del cine de autor, liderado por Valladolid, al que todos agradecieron la iniciativa, que el propio Angulo cedió a Fernando Lara, exdirector de la muestra vallisoletana, y quien ejerció de maestro de ceremonias en una reunión de más de cuatro horas.

La 'conjura' del Calderón sirvió para «sentar las bases» de una colaboración común del sector. «Será una campaña de resistencia», ahondó el director del Festival de Cine de San Sebastián, José Luis Rebordinos, quien sirvió de nexo de unión entre el cónclave europeo y el español.

La proyección continental es a la que abogó la representante del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA), Elisa Rodríguez, quien acaparó buena parte de las peticiones como representante estatal, con las subvenciones y ayudas como una de las vías más tangibles del manifiesto de la jornada. «Hay que buscar la colaboración europea entre festivales, porque eso seguro que se premia de forma comunitaria», adelantó con respecto a las líneas de subvención que maneja la Unión Europea para el marco 2021-2027.

La subdirectora general del ICAA también incidió en otra vía de resistencia o supervivencia para los festivales «con la creación de nuevos públicos y fomentar la cultura europea». «Hay que desarrollarla no solo entre nosotros, sino también a terceros, como puede ser América», indicó Rodríguez.

Precisamente, la cultura y la forma de protegerla, «como a la educación o la sanidad», en el alegato de uno de los directores, incluyó la petición de declaración del cine como bien esencial, algo que servirá «para proteger y garantizar el futuro» del mismo.

Una declaración que podría servir para que en un momento como el actual se obtuviese «un salvoconducto» para que las personas que fuesen a las salas pudiesen saltarse el toque de queda, defendió el responsable de la distribuidora A Contracorriente Films, Adolfo Blanco, quien puso de ejemplo la excepción cultural que ha aprobado la Generalitat en Cataluña. A la petición de Blanco respondió el propio Fernando Lara, quien explicó que ya se ha solicitado al Gobierno a través del Ministerio de Cultura.

Otra de las ideas más tangibles que se expusieron y que puede ser visible en apenas unas semanas es la colaboración entre festivales, por ejemplo, la forma de fomentar el acceso al cine a los niños que promueve la Seminci, y que tendrá su extensión en el Festival de Sevilla. «Tenemos que ser competitivos en lo estrictamente necesario, y pensar que de esto tenemos que salir todos juntos», advirtió el director del Festival de Málaga, Juan Antonio Vigar, en una declaración de intenciones «para que el cine siga presente en las salas y en los festivales».