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El actor catalán Ricard Sales, durante una entrevista con El Norte de Castilla. Rodrigo Ucero

Ricard Sales: «La Seminci se merece sumarse al carro de los grandes festivales»

El actor catalán ha visitado este lunes Valladolid para presentar la película 'Onyx, los Reyes del Grial', rodada gran parte en León

e. esteban

Valladolid

Lunes, 22 de octubre 2018, 22:12

Al actor catalán Ricard Sales (Barcelona, 1981) muchos le recordarán por su personaje de Daniel Reverte en la serie 'Gran Reserva', y aunque tiene claro que fue precisamente esta producción la que marcó el devenir de su carrera profesional, asegura que lo mejor está siempre por llegar. «He descubierto una parte oculta en mí, que es la de la creación desde detrás, y ahora mismo estoy dedicando mucho esfuerzo a ello», asegura. De hecho, desde que participara por primera vez en un rodaje, hace ahora 22 años, su idilio con el mundo de la interpretación no ha cesado; lleva tras de sí un amplio catálogo de participaciones: 25 series de televisión, once TV movies y seis películas.

Ahora, gracias a la película 'Onyx, los Reyes del Grial', del director mexicano Roberto Girault y presentada a nivel mundial este lunes en la Seminci, ha podido cumplir uno de sus sueños: compartir reparto con actores de talla mundial como Jim Caviezel ('La Pasión de Cristo'), Maria de Medeiros ('Pulp Fiction') o Anthony Howell ('La dama de oro'), entre otros. «Es una grandísima producción», asevera el actor.

-Con 15 años comenzó a estudiar artes escénicas en una importante escuela de teatro de Barcelona. Hace 22 años rodó su primera película. ¿Recuerda qué sintió aquel joven la primera vez que se puso frente a una cámara?

-Hace mucho tiempo, pero lo recuerdo perfectamente. Ese chaval no se lo creía. Desde pequeño había visto mucho cine porque su padre tenía una videoteca con todo tipo de películas muy interesantes, y la verdad es que se creía que el mundo de la actuación y del cine en general era para gente especial, que nacía dentro de un circuito y tenía la suerte de ser actores. La primera vez pensé: 'O es una equivocación, o es verdad que se puede entrar'.

-¿Ha tenido un referente?

-La verdad es que he tenido muchos, como todos, supongo. Vas saltando de uno a otro; empiezas por los grandes, como Marlon Brando, y luego vas encontrando referentes más jóvenes; algunos ya no están entre nosotros, como Heath Ledger o Philip Seymour Hoffman. Actualmente tienes, por ejemplo, a Daniel Day-Lewis o a Joaquin Phoenix.

-Este lunes se estrena a nivel mundial el largometraje 'Onyx, los Reyes del Grial', dirigida por el mexicano Roberto Girault. ¿Por qué cree que deben acudir los espectadores a ver la película?

-Básicamente porque creo que es una película muy entretenida que mezcla aventuras, ficción, esoterismo... mezcla muchos puntos. Es muy dinámica, muy visual y con unos actorazos increíbles como Jim Caviezel, María de Medeiros, Anthony Howell o un servidor, en su pequeña medida.

-¿Cómo cree que repercutirá sobre su trayectoria profesional el hecho de compartir reparto con grandes actores reconocidos a nivel internacional?

-En todos los rodajes aprendes de la gente con la que trabajas. En este caso, Jim, más allá de todo el reconocimiento que pueda tener, es un personaje con un magnetismo tremendo. Es un tío que desprende una energía increíble, y cuando encarna a los personajes se transforma. Es algo digno de ver de cerca, más allá de la pantalla. Ver esa transformación en directo es algo mágico. Luego también está María, un tipo de actriz muy distinta, muy camaleónica y con una humanidad enorme. Pero nunca sabes cómo puede repercutir sobre tu trayectoria profesional, y para no llevarme decepciones he aprendido a no poner expectativas sobre ninguno de los proyectos. Disfruto del camino, del proyecto y cuando se presenta, lo dejo en manos del espectador.

«Creía que el mundo del cine era para gente especial, que nacía dentro de un circuito y tenía esa suerte»

-La película se ha grabado en varias localizaciones como León o Jerusalén. ¿Cómo han llevado ese cambio en el escenario?

-No todos hemos tenido la suerte de pasar por todas las localizaciones, pero cada una tiene su qué. El actor agradece mucho rodar en decorados reales. Es como cuando te visten: te transformas. El poder desplazarte a los sitios donde ocurrió la acción de ayuda a meterte más en la historia.

-Uno de los lugares donde usted se desplazó para el rodaje fue a León. ¿Qué es lo que más le llamó de la provincia?

-A nivel arquitectónico es increíble, pero además también el cariño y el punto afable de la gente. Hemos rodado en muchos puntos de León, y todo el mundo nos ha abierto las puertas de su casa y nos ha recibido de forma muy afectuosa. Ha sido una gozada. Todos los sitios me han gustado, pero podría mencionar la Catedral a nivel de algo más icónico. Tener la oportunidad de rodar cerca, de tener el cáliz de doña Urraca... Te sientes privilegiado por vivir esta parte histórica tan de cerca.

El actor catalán Ricard Sales, durante un videochat con los lectores de El Norte de Castilla. R. Ucero

-'Onyx, los Reyes del Grial' narra el recorrido del Santo Grial hasta la actualidad y da credibilidad a la tesis de que el cáliz es de doña Urraca y se custodia en una basílica de León. ¿Cómo cree que va a recibir el público la idea de que se defienda esta hipótesis?

-No sé. Cada persona tiene que recibirlo como él o ella considere. La película sigue los parámetros de un estudio. Hay muchos estudios, muchos cálices por el mundo, y aquí damos voz a la teoría de dos personas que encontraron una teoría plausible que acerca el cáliz a la ciudad de León, y ya que tenemos esto por España, es bueno reflejarlo.

-Usted encarna el papel de Otto Rahn, un escritor alemán descendiente de judíos que buscó el Santo Grial para entregarlo a los nazis. ¿Qué ha sido lo más complicado a la hora de meterse en el papel?

-Lo más difícil después de tantos años no sabes lo que es. Hay que ir paso a paso. Lo primero es informarte de quién es Otto Rahn, y en este caso había mucho material. Era un personaje cuanto menos controvertido: militar de las S.S., judío, homosexual, arqueólogo... Lo tenía todo, y aún así estaba en la sección más dura de lo que fue el Nazismo. Era un personaje que tiene mucha historia tras de sí. En este caso, cuando trabajas con personajes reales, busco imágenes suyas y, a través de ésta, quedarme con detalles que me puedan dar pistas sobre su personalidad. En el caso de Otto, me llamaron mucho la atención sus manos; eran muy largas, de pianista.

-¿Qué es lo que más le llamó la atención del proyecto?

-El calado de la producción. Es una grandísima producción española, es alucinante. Parece una peli americana con todas sus características. Trabajar con estos actores también ha sido un aliciente muy importante.

«A nivel arquitectónico, León es increíble, pero también me gustó el cariño y el punto afable de la gente»

-Lleva 22 años trabajando como actor, ya sea en teatro, cine o televisión. ¿Cuál cree que ha sido la obra, serie o película que ha marcado el devenir de su carrera profesional?

-No coinciden las que han marcado mi devenir con las que más me han marcado a mí. Al final, lo que te marca como actor, puede ser un personaje o una serie que despunte dentro de la parrilla, lo que te haga famoso. A mí, personalmente, lo que más me ha marcado como actor han sido dos películas, y una de ellas prácticamente no se ha visto en España, pues era francesa. Lo que te da repercusión muchas veces es un personaje que forma parte de un proyecto reconocido a nivel nacional.

-¿Le queda algún objetivo pendiente?

-Muchísimos, y espero que siempre tenga alguno. Si no, ¿qué voy a hacer? Ahora mismo llevo dos años con un nuevo objetivo: la producción. He abierto una productora, montado una película, 'El cerro de los dioses', y estamos empezando con la distribución. También tengo otros proyectos de los que no puedo hablar de momento. He descubierto una parte oculta en mí, que es la de la creación desde detrás, y ahora mismo estoy dedicando mucho esfuerzo a ello; es una vía muy interesante.

-¿Cree que cualquier persona puede dedicarse a la interpretación?

-Creo que hay gente que tiene algo intrínseco que les hace ser sencillamente espléndido. También pienso que si alguien quiere ser actor, lo que tiene que hacer es prepararse, es decir, no se es actor porque quieras serlo. Puedes ponerte delante de una pantalla y actuar, pero lo harás mejor o peor en función de tu recorrido.

-¿Qué opinión le merece la Seminci?

-Es una iniciativa maravillosa. Espero que siga creciendo y ganando terreno a otros grandes festivales llamados de 'clase A' y que se sume al carro. Creo que se merece un puesto ahí. En España tenemos muy buen cine, y creo que es muy necesario que sitios como Valladolid potencien el género, les den visibilidad y que hagan alarde de ello. No es la primera vez que vengo a la ciudad, pero me gustaría poder quedarme toda la semana y disfrutar del cine. La gente es muy cariñosa y muy afable; todo el mundo me ha recibido con una sonrisa.

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