Fotograma de 'Palm tress and power lines'. EL NORTE
Punto de encuentro

Retratos de adolescentes

La primera jornada de Punto de Encuentro explora el tránsito adolescente: sus miedos, sus inseguridades, su necesidad de cuidado y cariño

Jorge Praga

Valladolid

Domingo, 23 de octubre 2022, 00:11

Habrá sido una coincidencia, más o menos feliz. Pero en el arranque de Punto de Encuentro se han juntado en las dos primeras sesiones un cortometraje neozelandés, 'Datsun', con dos largos que tienen como temática central el tránsito adolescente de sus protagonistas. Sus miedos, sus inseguridades, su necesidad de cuidado y cariño. También su desconcierto. Y con resultados que van de lo bueno a lo óptimo.

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'Datsun', dirigido por Mark Albiston, presenta en su cuarto de hora de metraje a una familia en la que la muerte del padre desequilibra a todos sus miembros: la madre, que quiere volver a casarse; y los hijos que luchan para que no se venda el coche de su padre, el Datsun del título, y se embarcan en una aventura bien rodada de travesuras y persecuciones policiales. Al final resurge, cómo no, la argamasa del amor familiar con una pizca de ironía. Donde no se observa ironía alguna es en los dos largometrajes.

La producción irlandesa 'The Sparrow', de Michael Kinirons, diseña también una familia en reconstrucción en la que en este caso falta la madre. La historia gira en torno a uno de los hijos, Kevin, un chaval de 15 años que no encuentra acomodo entre los suyos, ni entre sus colegas, ni siquiera con él mismo. El espejo le devuelve un rostro desconcertado, lleno de granos, y con tal añoranza de su madre que se decora la cara con su pintalabios. Todo es duda y sufrimiento en un joven sin experiencia que no es capaz de entender ni entenderse, y en el que, como sucede a menudo con los débiles, se ceba la mala suerte. Los paisajes del sur de Irlanda enmarcan con sabiduría fotográfica ese tono oscuro y húmedo que asedia el corazón del joven.

La subjetividad revuelta de la adolescencia se adueña de tal manera de estas películas que, tanto en la irlandesa como en la estadounidense 'Palm Trees and Power Lines', todas sus secuencias están al servicio de sus protagonistas. Es una forma de rodaje que olvida el estilo indirecto de la literatura y el cine clásico, la mirada múltiple desde una narración neutral, el acceso a cualquier espacio y personaje. Por el contrario, estas obras se ciñen a lo que le sucede a sus adolescentes (una estrategia que ya dio sus frutos en la excelente 'La consagración de la primavera', entre otras).

'Palm Trees and Power Lines', debut de Jamie Dack, añade a los diecisiete años de la protagonista el tedio de las vacaciones en un suburbio cualquiera de clase media en el que no hay nada que hacer salvo drogarse y follar. La aparición de un adulto parece una salida para Lea, siempre desamparada y sin calor íntimo, pero lo que en realidad se inicia es su captación por una red de pedofilia. Película muy medida, sobre una fotografía que va girando de lo seco a lo sórdido, y que busca como escenarios los peores clichés estadounidenses, aquello que Marc Augé llamó los 'no lugares': autopistas, gasolineras, moteles, casas sin calles, hamburgueserías. La tensión indirecta gestada por la planificación, los silencios y los magníficos actores tejen una garra que va apretando cada vez más el cuello de los espectadores. Ni una tos se oyó en la sala. Si hubiera sonado un móvil, más de uno habría pegado un salto en la butaca. Gran película, dura, rigurosa, sin concesiones.

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