El reto de los niños ante la cámara
Ya lo pensaré mañana ·
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«Una prueba de fuego incluso para los más entrenados directores»Comencé esta serie de columnas hablando de los niños en el cine, a propósito de 'Intemperie'. Y hoy vuelvo al tema de la mano de las películas que en Sección Oficial han firmado tres cineastas clave en la Seminci. Por un lado, Goran Paskaljevic y, ... por otro, los hermanos Dardenne. Insisto en lo que dije acerca de que los niños en el cine son un asunto altamente delicado. Una buena elección puede levantar o al menos sostener una película, pero una mala también puede ayudar a su debacle. Y dado que son niños que muchas veces se enfrentan a su primera experiencia en el medio y dado que suelen tener sus dobles, la responsabilidad recae en los responsables de casting y en el director. En la mañana de ayer vivimos los dos ejemplos, el de la buena y el de la mala elección.
El que te llames Goran Paskaljevic y tengas detrás una carrera de éxitos, tres espigas de Oro y numerosos premios internacionales de prestigio no te vacuna para que te salga una película floja. Y ese es el caso de 'A pesar de la niebla'. Un filme que hace aguas por diversos frentes (y remito a los lectores, para no repetirme aquí, a la crítica que publico en el blog de la página web del periódico) y a la que no ayuda la elección del niño alrededor del cual gira toda la trama: La de un pequeño superviviente de una patera que ha llegado a las costas italianas sin saber que sus padres han muerto en el intento y que escapa de un albergue de refugiados junto con otro inmigrante que le acabará abandonando. Un matrimonio que no ha superado la pérdida de su hijo lo acoge en su casa sin avisar a la policía y la anómala situación será el detonante de todos los conflictos anteriores a la llegada del pequeño. Una presunta buena acción acabará siendo una muestra de gran egoísmo. Al niño actor que encarna el papel de refugiado la situación le viene grande, se le nota forzado desde la primera secuencia, en ocasiones mira a cámara y de esta forma un puntal de la película no resulta creíble. Y eso sin que se puede hacer recaer sobre sus frágiles hombros la responsabilidad de la flojera del film.
Lo contrario de lo que ocurre con el niño preadolescente de 'El joven Ahmed' la película con la que Jean Pierre y Luc Dardenne vuelven a la Semana Internacional de Cine de Valladolid. Un sobrio y sólido Idir Ben Addi hace creíble la historia de una personalidad en construcción que se ve abducida por quien sabe manejar jóvenes conciencias. En este caso un imán con objetivos integristas. La cámara sigue sus pasos sin cesar (muchas veces de espaldas, al más puro estilo Dardenne), para recrear el asunto de cómo en la edad en la que todo se asume de forma apasionada (el amor, el odio, la ideología) se puede sembrar la semilla de la más radical intolerancia bajo el marchamo de un fin superior. Y el joven actor francés supera el reto con notable.
Niños en el cine, una prueba de fuego incluso para los más entrenados directores.
blogs.elnortedecastilla.es/calle58/
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