La grandeza de los detalles

El nuevo «hermano» que la cineasta se encontró allí mientras rodaba, era entonces un adolescente somalí llamado Ali que, a pesar de su corta edad, había recorrido sin compañía ni tutela de adultos, miles de kilómetros huyendo de la guerra.

Él aseguraría que si aquel encuentro entre ambos sucedió fue porque así debía de ser; que los designios de Alá son inescrutables. Ali y Paula crearon un vínculo que cambió sus vidas para siempre. Ella rodaba tomas sobre menores inmigrantes no acompañados y él buscaba un modo de llegar a los Estados Unidos, donde esperaba poder ganarse la vida y ayudar a su madre y a sus cinco hermanos, uno de tantos enigmas en la vida de Ali, el joven solo repleto de enigmas que ni la película ni su periplo vital desvelará.

Desde entonces, entre cineasta y protagonista se ha tejido una protectora y amable urdimbre de compromiso y amistad tan familiar que ni siquiera los conflictos surgidos entre ellos han podido deteriorar. Ali quiso desde el primer momento que Paula hiciera una película sobre él para ayudarlo y ella no solo le ofreció una cámara de video para que realizase un diario audiovisual con sus sueños, sus ideas y sus sensaciones sino que propició con su estrecha y continuada relación que el joven somalí pudiera viajar a los Estados Unidos, estudiar y labrarse un porvenir.

'Mi hermano Ali' es una suerte de Boyhood que rescata momentos significativos en la vida de ambos y un proverbial ejemplo de la magia que se desata cuando la humanidad y la empatía abren sus brazos.

Paulo Carneiro ha presentado 'A savana e a montanha', fruto de la comprometida lucha de los vecinos de Covas do Barroso, contrarios a la explotación de una mina de Litio a cielo abierto en su entorno natural. Ante semejante desafío, la película de Carneiro opta por ceder el protagonismo a la implicación de los habitantes del Covas do Barroso, que no dudan en representar disciplinadamente sus respectivos papeles al servicio de la historia. La impostura intencionada, la teatralidad, el humor y la reducción al absurdo dan como resultado una película que baila entre géneros para convertirse, ella misma, en una de las armas fundamentales en la acción de lucha y de protesta.

'A Fidai Film', enmudece la pantalla. La pérdida de gran parte del tesoro patrimonial palestino tras un asalto israelí en la guerra de 1982, sirve a Kamal Aljafari para componer un conmovedor poema visual.