Dolor inmenso en un mundo diminuto

TIEMPO DE HISTORIA ·
'The Mother of All Lies' rescata del olvido cómplice de occidente la despiadada represión de Hassan II durante la versión marroquí del 'Motín del pan' que tuvo lugar en 1981

Rafa Vega

Valladolid

Domingo, 22 de octubre 2023, 19:42

Asmae El Moudir cuenta con una familia generosa que se ha prestado a un rodaje intenso y catártico, acaso con la intención de tratar una herida antigua que no cerró como debiera. La realizadora marroquí escarba en ella desde los primeros planos de su película ... mientras se pregunta por qué no hay fotografías de su infancia y cuál es el motivo que albergará su abuela, con su silente y hostil recelo, para no consentir retratos propios ni ajenos en su hogar, excepto el del rey Hassan II, al que parece idolatrar con sus gestos, aunque bien pudieran ser fruto del sometimiento producido por un terror crónico.

'The Mother of All Lies' Dirección: Asmae El Moudir
Marruecos, Arabia Saudí, Catar. 97'. Broadway 1. Martes, 24. 21.30 horas.
Cines Broadway. Martes, 21:30 horas.

De este modo, Asmae inicia dos viajes simultáneos: el primero de ellos recorrerá el paisaje emocional de su familia desde sus capas externas y visibles, vestidas con una serenidad impostada y una sabia resignación, hasta las profundidades de su interior, donde el dolor aún permanece incandescente, como el magma en las entrañas del mundo; el segundo de sus viajes comenzará en ese diminuto rincón geográfico, en la coordenada precisa que señala la casa familiar, para expandirse por la barriada de Casablanca y por el país entero, hasta alcanzar los titulares grandilocuentes que resumen la historia reciente de Marruecos y la impronta absolutista y terrible que tuvo lugar durante los años de reinado de Hassan II, ese amigo de Occidente a quien el mundo libre, fiel a su conocida e interesada hipocresía, jamás pidió cuentas por el despiadado trato procurado a sus súbditos. Ni siquiera cuando la represión de las protestas callejeras, motivadas por el recorte presupuestario a las ayudas básicas y la subida inasumible del precio del pan, acabaron con cientos de muertos y millares de detenidos bajo una brutal respuesta militar y policial nada más comenzar el verano de 1981.

'The Mother of All Lies' nos toma de la mano para adentrarnos en la barriada abigarrada de Casablanca, tal y como podía encontrarse hace algo más de cuarenta años, gracias a la mágica teatralidad de una detallada maqueta de la calle en la que se encuentra la casa familiar. El pequeño decorado reproduce en miniatura cada tienda, cada puerta y cada ventana del inmediato vecindario; también cada luminaria. Sin embargo, el amable y sereno inicio de su relato, moderadamente nostálgico, discretamente jocoso, como si los atentos espectadores del patio de butacas estuviésemos a punto de asistir a una función con marionetas, pronto se torna lúgubre e inquietante. Es entonces cuando asoman también por la pantalla todos los pequeños muñecos, cuidadosamente elaborados por su padre, que representarán a los protagonistas de una historia sobrecogedora en la que Asmae logra maridar lo íntimo y lo público, lo particular y lo universal.