Un sij en el patio de butacas, un spoiler en directo y muchos burros

También incomodó la presidenta del jurado, Kate O'Toole, a algún espectador sensible en el Cervantes cuando consultó su móvil y la luz descentró al cinéfilo, que la reprendió ostentosamente. La actriz ha sido el verso libre del sanedrín, siempre con su botella de agua y más cómoda en los Broadway, «se puede tomar un café sin salir», que en los teatros. O'Toole mostró ayer su feliz asombro, durante la lectura del palmarés por la fidelidad del público en el horario matinal.

La larga lista de galardones se fue desgranando a buen ritmo hasta el Premio Arcoíris. Concebido para reconocer la película que contribuya a visibilizar la diversidad sexual, este año recayó en el corto libanés 'Warsha', una exquisita fantasía que dura 16 minutos. La justificación del premio casi supera el metraje.

Por su parte, Javier Angulo, solícito siempre, se adelantó al jurado al anunciar dónde podrían verse las películas ganadoras. Solo se le escapó una, 'Eo', protagonizada por un burro que iba a su aire, claro. El spoiler tendrá alguna explicación freudiana. Fue proyectarse esa película, que le ha valido el Premio Ribera del Duero a su director, Skolimowski, y comenzar a desfilar equinos por el resto de largos. Esta ha sido la Seminci de los hermanos de Platero. Otras constantes fueron los adolescentes, en su versión adorable y odiosa, pero siempre inquietantes, y los vómitos, secreción reina de esta edición. Volverá el cine social, el histórico, el carnal, todo son manías cíclicas.