Y en estas llegó Campusano

Ya lo pensaré mañana ·
«Muy poco conocido en nuestro país tiene en su haber una docena de películas salidas todas de su propia productora»

Angélica Tanarro

Valladolid

Miércoles, 23 de octubre 2019 | Actualizado 24/10/2019 20:15h.

Voy a hacer como si no existiera Internet y esta fuera una columna clásica (de alguna forma lo es porque cuando se cuelga en las redes ya han tenido oportunidad de leerla los adictos al papel). La escribo la víspera de su lectura, como pasaba ... siempre en los periódicos. Y es que ayer (hoy para ustedes) cuando me asomé a la programación a ver que 'tocaba' pensé que la organización había metido en lo que se puede considerar el ecuador del Festival tres de sus platos fuertes de esta edición.

A primera hora tenemos lo último de Paskaljevic. Seminci y el director serbio forman un sólido matrimonio en el que a fidelidad es clave. Tres espigas de oro sellan una alianza que hoy tiene un nuevo capítulo con 'A pesar de la niebla' en la que el director de títulos premiados como 'Optimistas', 'Lunas de miel' o 'Al nacer el día' enfrenta uno de los temas estrellas de este año, los refugiados. La mañana continuará con los hermanos Dardenne, otros fijos en un certamen que ha cuidado su cine riguroso y comprometido con la sociedad que los rodea. Los cineastas belgas también ganaron la Espiga de Oro con 'La promesa'. Fue en 1996 y desde entonces el festival ha estado atento a su trabajo y ha programado títulos como 'El Hijo' o 'El niño de la bicicleta'.

Pero este dar un repaso a los de casa solo es una excusa para llamar la atención sobre el tercer título del día en Sección Oficial. Si una de las misiones principales de todo festival de cine que se precie es descubrir nuevos nombres y cinematografías, este punto se cumple con la llegada a Valladolid de José Celestino Campusano, el autor de 'Hombres de piel dura'. Cuántas veces no habremos oído decir que en el cine argentino ocurren muchas cosas más allá de Campanella o Aristaraín , o Burman con ser directores que adoro aunque no todo su cine me guste por igual. Que hay vida más allá de Ricardo Darín, este pedazo de actor. O que del cine hispanoamericano en general solo conocemos lo más comercial. Pues bien aquí está Campusano para demostrarlo. Muy poco conocido en nuestro país tiene en su haber una docena de películas salidas todas de su propia productora. Y es que a la primera cinta que se contemple de este director se entiende que su mirada radical, su planteamiento en los márgenes, su inexistente concesión a la comercialidad necesitan de la libertad que da el ser dueño de la producción. Su cine reside en todas las fronteras: la de la legalidad, la de la violencia, la de lo políticamente correcto. Y sus actores raramente habrán pisado una alfombra roja, pues no suelen ser profesionales. Hace un par de años, el Festival de Rotterdam le dedicó una retrospectiva y este año la Seminci apuesta por él con una plícula dura. No podía ser de otra forma. (Por cierto, su productora se llama Cine Bruto). Merece la pena asomarse a él. Luego no digan que no avisé.

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