Julieta Serrano, un viaje a los orígenes de una actriz que soñaba con el cine
Pancho García Matienzo dirige un documental que ensalza toda una vida dedicada a la profesión
Es que no estoy curada» (de 'Mujeres al borde de un aaque de nervios') es una de las frases más icónicas del cine español. Su carisma y versatilidad entre el teatro y el cine han convertido a Julia Serrano (Barcelona, 1933) en una de las actrices que todo el mundo recuerda. Protagonista de grandes clásicos sobre las tablas, chica Almodóvar y tres papeles como madre de Antonio Banderas son solo algunos de los ingredientes que esconde el documental 'El viaje de Julia', estrenado ayer en la Seminci.
Un viaje, quizás el más especial de su amplia filmografía, que introduce al espectador en el universo de una artista que ha sobrevivido y formado parte de la historia de la escena teatral y cinematográfica española de la mano de los directores y artistas más significativos. Hace más de 65 años que comenzó su carrera sobre los escenarios y según ella misma confiesa: «Llegué al teatro por insatisfacción, por represión, el teatro era mi isla, mi País de Nunca Jamás». Un documental que ofrece una visión de la vida de la persona y de la artista y su compromiso como actriz.
«La primera película en la que trabajé como auxiliar de cámara fue 'Un poco de chocolate' y Julieta era una de sus protagonistas. Desde ese momento, Julieta empezó una relación profesional con la productora de mi madre, Luisa Matienzo. Mi madre siempre me contaba historias de Julieta y decidí hacer un documental sobre su vida», explica Pancho García, director de 'El viaje de Julieta'.
La idea del documental no terminó de convencer a la actriz, que se mostraba reticente. «Le dije que era algo disparatado y que a quien le iba a interesar mi vida. Les hice sufrir mucho hasta que finalmente acepté», esboza Julieta Serrano en referencia a cómo recibió la noticia.
Con una naturalidad propia de una actriz que ha vivido el auge del cine español, Julieta explica que desde pequeña ha tenido «vocación por el teatro y la interpretación». La época de la posguerra amenazaba con truncar su sueño de actuar sobre las tablas, pero el destino y el azar le impulsaron a hacer teatro de aficionado en Barcelona.
«En aquella época estaba todo el teatro centralizado en Madrid. Yo me ganaba la vida dibujando, pero tenía pasión por el teatro y soñaba con llegar al cine. Jose Luis Alonso fue quien me descubrió para hacer una gira por España con 'El diario de Ana Frank' y así empezó mi carrera. Estuve siete años yendo y viniendo de Barcelona a Madrid diciendo que estaba de paso», recuerda Julieta Serrano en un viaje a sus orígenes más especiales.
El sueño de llegar al cine se cumplió, pero a día de hoy Julieta todavía tiene objetivos por cumplir. «Tengo un sueño que es hacer algo de Chéjov, pero ya no tengo edad y me da pena», confiesa la actriz a los 89 años. Aún tiene ganas de seguir trabajando y aceptar ofertas, siempre y cuando le hagan «latir el corazón». «Aunque sea un papel pequeño, si me gusta el proyecto y me emociona, estaría dispuesta a hacerlo y me encantaría», expone la actriz.
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