Javier Angulo: «Hasta cuatro días antes de inaugurar iba a venir Sean Penn con su hijo»

–¿Qué balance hace de esta accidentada semana?

–Creo que hemos logrado que fuera bastante normal dentro de anormalidad absoluta. Ha sido carrera de obstáculos casi desde marzo. Al comienzo la discusión fue sobre si celebrarlo 'on-line' o presencial. Desde el primer momento yo me mostré partidario de que fuera presencial, 'on-line' no iba a dejar nada ni a los aficionados ni a la ciudad. Los distribuidores nos dijeron, además, que no dejaban las películas si era telemático. Luego tuvimos el respiro del verano pero de nuevo volvieron las dificultades.Empezamos con la técnica que llamamos de 'Escenario 3, 2, 1' para cada cosa. Desde la realización con aforos reducidos, el cierre de los cines, la suspensión del festival, todo continuamente era operado en diferentes escenarios. Eso nos ha dado callo para llegar a la víspera, cuando vino el desafío total al decretarse el toque de queda a las 22:00h. Llevábamos estudiando la fórmula por si era a las 21, a las 22 o a las 23:00h. Cuando se conoció el límite, tardamos tres horas en cambiar toda la programación de la tarde. Nos favoreció el hecho de que fueran entradas preasignadas porque teníamos el contacto de todos los afectados. Hubo que triplicar equipos de gente para avisar del cambio de entradas y de horas.

–¿Y más gastos?

–En general la covid no solo nos ha creado problemas estructurales sino que cada cosa ha tenido su efecto covid lo que implica medidas y costes adicionales. Tenemos calculado que habremos gastado más de 150.000 euros en la seguridad obsesiva del festival. Juntamos todos los protocolos. Teníamos preparado un servicio para hacer pruebas urgentes inmediatas a cualquier contagiado o a los visitantes que nos pedían análisis antes de volver para poder entrar a su país sin tener que hacer cuarentena. Ha sido un puzzle diabólico. Pero si tienes un equipo que trabaja con entusiasmo y profesionalidad, que está apasionado por sacar adelante el festival, puedes con casi todo. Me he sentido muy respaldado por ellos y por el Ayuntamiento. El resultado ha sido bueno.

–¿La ventaja inicial, al cancelarse otros festivales, ha tenido su rédito en la selección final?

–Creo que es la mejor selección desde que llegué hace trece años. La media es de notable alto, si atendemos a la crítica y al Premio del Público. Nunca tuvimos ese nivel de aceptación. Hemos cumplido el eslogan marcado: 'el mejor cine de autor con todas las garantías de seguridad'.

–¿Ha sido rentable en términos de entradas y visionados?

–50.000 escolares han podido seguir por Filmin una selección de películas. Las entradas se agotaron en todos los pases, las de la Sección Oficial se vendieron en 38 minutos.

–¿Por qué Argentina como el próximo país invitado?

–Empezamos a negociarlo para este año, pero tuvieron una suspensión de pagos. Es un país que sí ha estado presente en Seminci, hubo una vez un Día de Argentina pero no una revisión de su cine desde este siglo. Aunque no tiene título aún irá por 'una cinematografía a través de las crisis'. La selección y el libro lo hará Álvaro Arroba, un crítico y programador vallisoletano que es miembro del comité del festival BAFICI, el más importante de toda Sudamérica y se celebra en Buenos Aires. Ya tiene casi todas las películas y contamos con el apoyo del INCAA, el instituto de artes cinematográficas de Argentina.

–El jurado ha hecho una mención para la iraní 'There is no Evil', que ganó en Berlín. ¿Seguirá incluyendo películas premiadas en grandes festivales en el concurso?

–Quiero dejar claro un matiz importante. Nosotros a final de año, ahora ya, hacemos la lista de las 200 películas que pueden ganar premios en 2021. Seguimos la pista de algunas cintas hasta con dos años de antelación. No cogemos de aquí y de allí en función de otros galardones. Por ejemplo 'Ciudadano ilustre', llevábamos dos años, la vimos en Ventana Sur en Argentina y luego ganó en Venecia. Ya estamos detrás de las películas de Sundance. Por otro lado aquí hay un circuito y nosotros estamos tarde en el calendario. Hay películas que nos las quita San Sebastián, otras prefieren ir a Sevilla.Es complicado. Ya tenemos primera escaleta de 2021 con sus fechas. Y todo empieza ahora. Vemos películas que no están rodadas, seguimos la pista a proyectos. Rasoulof estuvo aquí hace dos años y nos habló de 'There is no Evil'. Es importante el trabajo de prospección y seguimiento. De 200 nos quedamos con 50 y de ellas, unas 20 para la sección oficial. Es una labor de decantación larga.

–Rasoulof venía premiado, pero Bahrami, el director de 'La tierra baldía' se va de vacío.

–Esa película me conmovió, estaba entre mis preferidas pero entendiendo que es una cinta difícil, que tiene que ver con el cine contemplativo que no conoce la elipsis. 'There is no Evil' es una historia tan brutal que no reparas en lentitudes, solo en si el corazón puede aguantar tanto dolor. Es una película difícil para el público porque es dura y desagradable, pero conmueve claro.

–Palmarés dominado por mujeres y, sin embargo, dos historias de paternidades solitarias en la Sección Oficial.

–La familia me interesa mucho, es el conflicto y el bienestar. En toda la parte creativa del mundo la familia está presente y más hoy cuando hay tanta variedad.

–Ha habido pocos cortos y muy largos.

–Es una tendencia de los creadores, que a mí no me gusta. No logran hacer cortos cortos. Yo pondría que no pasaran de 10 minutos, hay que decir mucho en poco tiempo como en los relatos. Pero no puedo ir contra las modas y ellos sienten que tienen meter metraje para contar bien. Lo respeto pero no lo comparto.

–¿El retorno económico ha merecido la pena?

–Los restaurantes me han agradecido la celebración del festival, porque si no, era la ruina total.Se ha animado la calle, se han llenado hasta siete hoteles de la ciudad, se ha consumido. Un festival que no deje valor añadido falla en una pata fundamental. Un festival tiene que tener una nueva cosecha de películas, un público fiel, actores y equipos que permitan la interacción, prensa y representantes de la industria. Ypor supuesto un valor añadido a ciudad. Todos estos festivales –Cannes, Venecia,San Sebastián o Valladolid– fueron ideados por los responsables de turismo y sus comerciantes. En Cannes, que este año no se ha celebrado– se estima que en 10 días recauda el 12% de todos los ingresos del año. En Valladolid hemos estimado entre 27 y 30% de valor añadido a la ciudad.Eso tratábamos de conseguir.

–La película 'Puppy love', protagonizada por Hopper Jack Penn y proyectada fuera de concurso ¿era la preparación de una visita de su padre, Sean Penn?

–Se puede contar ahora. Sean Penn estuvo en la agenda de visitantes hasta cuatro días antes de empezar, iba a venir con su hijo. Pero las noticias sobre España eran tan terribles y tamizadas por la prensa sensacionalista, más. También iban a venir Nick Nolte y Charlotte Rampling, los personaje de la película 'Last Watch'. Pero la gente que se mueve en torno a ellos –agentes, managers, publicistas– les decían que estaban locos por venir a un sitio con esas cifras de covid, les advertían de que un posible contagio provocaría pérdidas en sus contratos. Penn llegó a pedir una villa, quería un tratamiento burbuja y no teníamos medios ni capacidad para asegurar lo que quería. Y tampoco vino el hijo.

–No pudo venir Brad Pitt pero era productor de una de las películas presentadas, ¿sigue la broma?

–Seguimos haciendo gestiones, no renuncio a que venga el próximo año cuando se cumplen 30 de 'Thelma y Louise'.

–Pese a la pandemia, se han mantenido los patrocinios.

–Y la Junta lo ha incrementado, hacemos nuevas cosas con ellos. Pondremos en marcha la Comunidad Seminci para que las mejores películas sean vistas en las capitales de la región, lo hacemos en colaboración con la Filmoteca. Tenemos un grado de actuación importante en invierno. Hacemos Distrito Seminci en Valladolid, Territorio Seminci en la provincia con la Diputación y ahora esto. Hacemos Forum Mayores, Seminci Campus, Seminci Factory..., no somos un festival de ocho días ensimismado. Tenemos actividad y queremos asumir más. Estamos muy metidos en capitalidad de Ciudad Creativa de la Unesco. En primavera pondremos en marcha el Espacio Seminci, en los bajos del Teatro Calderón, abierto con programación permanente de exposiciones, presentaciones, lugar para comprar libros y merchandising...

–Y comenzó a andar el máster universitario.

–Sí, el Máster de procesos creativos del cine que permita que los jóvenes de ilusionen con otras profesiones de cine más allá de la de director, guionista o actor. Ha sido una obsesión mía, atraer jóvenes y nuevos públicos.

–¿El Canal Seminci se quedará?

–Sí, ha sido una solución, la covid nos ha creado muchos problemas y nos ha hecho crecer en otras cosas. Nos dimos cuenta de que necesitábamos una plataforma para que todos los actos, sin público, pudieran llegar a la gente. Convertimos la sala en un plató dándole formato de informativo televisivo.

–¿Con ganas de preparar la siguiente edición?

–Creo que hemos salido bien de esta y tengo que hablar con Ayuntamiento, no sé si quieren que siga yo.No he perdido la ilusión ni siquiera con esta pandemia y una edición tan dura.