Los invisibles

Campusano tal vez comience a romper hoy su invisibilidad. ¿Llegará alguna de sus películas a la red comercial, a alguna red? Pero cuántos otros creadores están en una situación similar de desaparecidos. De ese mismo cine argentino, tan lejano a pesar de los lazos culturales que nos unen, llegan con mucha dificultad las obras de directores excepcionales como Lisandro Alonso o Lucrecia Martel. Y hay un nombre que los amigos con más suerte y dedicación a pantallas no comerciales me repiten constantemente: Mariano Llinás, cuya última obra 'La flor', dura 14 horas.

El cine comercial que llega a las pantallas de nuestro país es una parte ínfima del que se hace. Valladolid tiene pocos cines, y casi todos están volcados en un mismo tipo de obras impuestas por las grandes productoras mundiales. ¿Cuántas de las cintas que se pasan por la Seminci se distribuyen luego en pantalla grande? Las de la Sección Oficial, y no todas. El año pasado disfruté de media docena de películas estupendas en Punto de Encuentro. Todas desaparecidas, incluso la ganadora, 'The Return', de Malene Choi. Solo queda la búsqueda digital, pirata o legalizada en plataformas de uso casero. ¿Y el paseo hasta el cine? ¿Y el encuentro con los amigos? ¿Y las discusiones, y los descubrimientos? ¿Y la lluvia?