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El hotel Olid se mueve a un ritmo frenético durante la Seminci. La cafetería del edificio es, junto con el teatro Calderón, el centro neurálgico del festival. El lugar donde los invitados atienden a la prensa a destajo, como un carnicero en Nochebuena. Entrevistas en ... el vestíbulo mientras en las habitaciones los actores y actrices se preparan para abandonar Valladolid después de presentar su película en el festival. José Luis de Miguel de la Fuente, director del hotel Olid, es quien abre las puertas del lugar en el que las estrellas duermen.
«Ponemos a disposición del festival 120 habitaciones. Este año alojamos a 300 personas. Los invitados representan ahora un 83% de la ocupación que tenemos», explica. La relación del Olid con el festival se remonta hasta hace 50 años y en todo este tiempo han dado alojamiento a todos los invitados VIP de la Seminci como, entre otros, estrellas de la talla de Sophia Loren o Brad Pitt. «Era un joven muy llamativo, pero pasaba desapercibido. Solo le hacían caso las camareras», bromea De Miguel sobre el oscarizado actor.
La semana del festival es una de sus temporadas altas y para cubrir las necesidades de los huéspedes refuerzan su personal hasta los 80 empleados entre servicios de limpieza, recepción y hostelería. Su estructura también se pone a disposición de la Seminci. En total, el hotel está conformado por ocho plantas. En la primera encontramos el departamento de relaciones públicas del festival, salas para ruedas de prensa o entrevistas con invitados y dos salones de restaurante. «La mayoría de los invitados solo desayuna aquí. Prefieren acercarse a conocer de primera mano la gastronomía que les ofrece el centro de la ciudad», explica De Miguel. Más arriba, en el séptimo piso, están los servicios de 'showroom', maquillaje y peluquería. Pero hay otro espacio importante en el Olid, ubicado entre estos dos pisos. Es la quinta planta, la planta real. Aquí es donde duermen los invitados más importantes, el lugar en el que se ubican las suites.
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«Es una planta especial. Con un salón privado que da cobertura a esas habitaciones y a los invitados», explica. Dentro de la habitación se confirma la exclusividad. 50 metros cuadrados con un recibidor que lleva al huésped hasta una sala de estar. Allí, una doble puerta esconde una habitación con una cama doble de grandes dimensiones. 'King size', concretamente. Al final espera un gran baño con las paredes decoradas con mármol de color verde oscuro. La bañera también la podríamos denominar XXL. Todo ello para garantizar el descanso de los invitados, que este año transforman al Olid en un hotel de 300 estrellas.
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