El 'Free Cinema' fue un movimiento de renovación del género documental inglés más académico desde la perspectiva del cine de autor. «En ningún caso se puede asociar con ninguna reivindicación política de izquierdas», explica Luis Carlos Allo, autor del libro «El Free Cinema inglés en ... los 50», editado por Shangrila, que fue presentado ayer en la Facultad de Filosofía.
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El libro es especialmente oportuno porque el único ciclo de la Seminci de este año está dedicado a este movimiento, que apenas tuvo tres años de vida, entre 1956 y 1959, «si bien su influencia ha sido luego capital en buena parte del cine británico posterior, alcanzando a creadores como Ken Loach, Davies o Winterbotton». En realidad, su actividad se redujo a la proyección de seis sesiones con 23 cortometrajes de creadores británicos e internacionales, que son los que permiten definir su estilo. Ocho de esos trabajos se proyectarán en las sesiones de cortometrajes del ciclo. Ahí es donde pueden encontrarse las verdaderas joyas de este ciclo de Seminci y son, además, las piezas más difíciles de ver por el espectador habitual.
«Hay muy pocos de esos trabajos dedicados a la clase obrera, en contra de la idea extendida asociada con el Free Cinema», explica Luis Carlos Allo. La mayoría de los documentales tratan de asuntos muy diversos (desde la integración de los sordomudos, a la penetración del jazz en Gran Bretaña, la generación perdida, o los problemas del alcoholismo de los marginados) pero siempre tratados desde una perspectiva muy personal. «Su filosofía era intentar hablarle a la gente de los problemas reales, pero con la pequeña voz personal de cada uno, no en términos políticos», explica el autor del libro editado por Shangrila. «Y siempre, además, con una vocación muy internacional. El Free Cinema en ningún caso fue algo así como un movimiento nacionalista».
El origen de la confusión en torno al Free Cinema es que coincidió en la misma época con otros movimientos de renovación cultural, como los jóvenes airados, el existencialismo, el pop art… con los que convivió . Todo eso confluye unos años después en el movimiento conocido como «la nueva ola británica de los 60», que es el que compone el grueso de la programación de Seminci.
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Estas películas, que ya sí eran de ficción, están realizadas en algunos casos por creadores Free Cinema, como Lindsay Anderson, así como por otros por cineastas que son herederos de su estilo y que lo prolongan.
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