Esteve Riambau, director de la Filmoteca de Cataluña

«Las filmotecas somos un híbrido de cine, museo, bibloteca y archivo»

«Las filmotecas nos hemos convertido en un híbrido entre el cine, el museo, la biblioteca y el archivo; ofrecemos una posibilidad de ver un tipo de películas que muy pocos ofrecen», sostiene Esteve Riambau, director de la Filmoteca de Cataluña. Moderará las dos mesas redondas. La primera, bajo el título 'Preservar el patrimonio cinematográfico en la era digital', reunirá a Fréderic Maire, director de la Cinémathèque Suisse; Valeria Camporesi, directora de la Filmoteca Española; Rui Machado, subdirector de la Cinemateca Portuguesa, y Celine Ruivo, de la Comisión Técnica de la FIAF.

El 'dilema digital' y los interrogantes que suscita en cuanto a su conservación será uno de los asuntos de debate de este foro. «Hoy por hoy el formato fotoquímico es el mejor vehículo para conservar las películas, tenemos una experiencia de 125 años conservando celuloide, pero el digital lo convierte en obsoleto desde el punto de vista de la exhibición, pues quedan pocas salas especializadas; Las perspectivas de conservación son más inciertas con lo digital que con el procedimiento fotoquímico, lo que nos obliga a las cinematecas y archiveros a decidir qué hacer con los nuevos formatos», agrega Riambau. Para el historiador y realizador de cine, está claro que «el fotoquímico funciona, y el digital es incierto además de más costoso».

Alega que no está claro cuántos años de preservación garantiza la copia digital. «En estos momentos se está investigando con moléculas de ADN y se han hecho experiencias interesantes conservando películas en laboratorios de altísima tecnología. Podemos hacer copias de seguridad y cruzar los dedos para que el filme que se conserve no se corrompa ni se infecte y tengamos garantía de que habrá aparatos para reproducirlo».

En la actualidad, en el sector se está apostando por conservar la matriz digital a parrtir de la cual se pueden obtener diversas copias con distintos grados de información, «pero es un procedimiento caro. Conservar el mismo largometraje en formato digital -afirma- resulta unas seis veces más caro que el fotoquímico».

En torno a la segunda mesa redonda se congregarán Gerald Duchaussoy (Cannes Classics / Festival Lumière Lyon), Fréderic Bonnaud (director de la Cinemathéque Française), Cecilia Cenciarelli (subdirectora Cinema Ritrovato de Bolonia) y Gyorgy Raduli (Maraton Classic Films Budapest). «Los colegas que vendrán a participar en la Seminci son gente muy cualificada en la difusión de ese cine recuperado y restaurado a través de importantes festivales», remarca Riambau en su reivindicación de la singularidad de las filmotecas como espacios donde el público acude a algo más que a ver cine del pasado.

Dentro del ciclo de proyecciones se podrán ver una veintena de películas que han sido recientememte restauradas (quince largos y un programa de cortos). Filmoteca Española, Filmoteca de Cataluña y Filmoteca de Castilla y León han participado en el comité de selección de estas películas, entre las que se podrán ver, entre otros títulos, 'Lucha de corazones' (1912), de J. M. Codina y Fructuós Gelabert;' Furia española', de Francesc Betriu (1975); la estadounidense 'Drylongso' (1998), de Cauleen Smith, o la italiana 'Sogni D'oro' (1981) de Nanni Moreti.