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Javier Tolentino, Najwa Nimri, Luis San Narciso, Pedro Olea y Alejandro Amenábar. Gabriel Villamil

Espigas para talentos de oro puro

Alejandro Amenábar, Najwa Nimri, Luis San Narciso, Pedro Olea y el director del programa 'El séptimo vicio', Javier Tolentino, homenajeados en el Día del Cine Español

Samuel Regueira

Valladolid

Martes, 22 de octubre 2019, 20:35

El Día del Cine Español ha culminado hoy con una gala que arrancó con el homenaje a Pedro Olea en el 50º aniversario de 'El bosque del lobo', de manos de Concha Velasco. Arantxa Aguirre y El Niño de Elche entregaron la Espiga de Honor a 'El Séptimo Vicio'; el programa de Radio 3 de Javier Tolentino y Benito Pinilla, que este 2019 cumple 20 años.Clara Lago, por su parte, hizo entrega de este galardón honorífico de la Seminci a Luis San Narciso; y Julio Medem hizo lo propio a Najwa Nimri. Amenábar, finalmente, recibió su premio de mano del productor Fernando Bovaira y los actores Karra Elejalde y Ana Torrent.

Cinco talentos bien dispares pero vinculados de una u otra manera al séptimo arte: la Seminci sigue apostando por la variedad en su reparto de reconocimientos a la trayectoria laboral con la entrega de los reconocimientos a diferentes profesionales ligados de diferente forma al cine. El cineasta Alejandro Amenábar, la actriz Najwa Nimri, el director de casting Luis San Narciso y el presentador y director del programa radiofónico 'El Séptimo Vicio', Javier Tolentino, recibieron este reconocimiento en un acto que ha acogido el Teatro Calderón, una cita donde también se homenajeó a Pedro Olea por el medio siglo de vida que cumplía su obra 'El bosque del lobo', premiada en la 15ª Semana con el galardón San Gregorio que entonces otorgaba la llamada Semana Internacional de Cine Religioso y Valores Humanos de Valladolid.

El realizador de 'Tesis', 'Abre los ojos' o 'Mar adentro', que actualmente triunfa en la taquilla de la cartelera con 'Mientras dure la guerra', manifestó durante un encuentro previo con los medios de comunicación en el Salón de los Espejos que pese a sus más de veinte años en la profesión (o, más bien debido a, sus escasas siete películas a lo largo del mencionado periodo) encuentra «muy extraño» recibir ya un premio a su carrera: «Me sigo viendo como un joven talento», declaró.

Ante la posibilidad de rodar un filme político sobre el golpe de estado en Chile de 1973 (su país natal), confesó habérselo planteado durante varios años «pero pensando que mi propia experiencia y la política se encontraban alejadas». Con 'Mientras dure la guerra' su implicación fue clara: «Esta película surge de mi preocupación como ciudadano de esta comunidad de vecinos en la que me ha tocado vivir».

El director también volvió a sacar a colación alguno de los consejos que dio a conocer durante la clase magistral matutina: «Los nuevos directores deben entender que esto es un trabajo colectivo, y que han de ser flexibles pero no rompibles».

Por su parte, Najwa Nimri fue quien más descarnadamente se sinceró, partiendo de la «terrible ilusión» que le suscitaba recibir este premio como por ese instante de «resurgir» al que le debe, achaca, su rol de Zulema en la serie 'Vis a vis', que le sirvió para reconectar con «una comunidad musulmana que le tocaba muy de cerca» y con el que notó «la comprensión del público».

Tras admitir lo que le había costado encontrar su propio método y lo poco habitual que resulta en su gremio trabajar, como ella, «los papeles con un 'coach'», vino a definirse como la «muestra viviente» de que pueden convivir tanto las propuestas seriadas con el cine como los nuevos directores experimentales con el cine 'mainstream': «Yo vengo de los años noventa, cuando un montón de gente nueva salió con una serie de propuestas con las que el público volvió a las salas: aprendí a actuar con Julio [Medem], Alejandro [Amenábar] y Daniel [Calparsoro]», explicó. «Pero ahora ha llegado la tele global, he metido la pasta hasta dentro y ahí estoy, surfeándola; y con horario propio, que es algo muy difícil de conseguir en este gremio», expuso. «Una cosa no hará que la otra muera».

Por parte de Luis San Narciso, «el director de casting más importante de este país y una persona que ha sabido revolucionar esta profesión», en palabras de Javier Angulo, se desmontaron algunos mitos en torno a su rol en la película: «Uno es un colaborador del director, ni más ni menos, que le tiene que ofrecer una gama de posibilidades entre las cuales él es la persona que finalmente escogerá al intérprete más adecuado». Finalmente, Tolentino defendió la radio como «el mejor soporte de las imágenes, con un lenguaje que tiene que ver, más que con la gramática; con la ética, la libertad y la independencia».

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