La crítica vota a Islandia y Brasil

«La calidad en general ha sido de un nivel medio, no se puede decir que hayamos tenido películas malas», señala Casanovas. «Me ha faltado emoción, solo me tocó el corazón la escena breve en la que aparece Fernanda Montenegro en la película brasileña. Ni la emoción de descubrir a un actor o a una actriz punteros ni la de asistir como persona privilegiada al primer pase de una película que huele a Espiga, «algo que sí hemos notado cuando veíamos a Paskaljevic en plena forma, o cuando nos encontramos con Matías Bizé». La periodista también valora 'Kız Kardeşler' ('Cuento de tres hermanas') y 'Echo', y encuentra un leitmotiv esta edición en el tema de los afectos y desafectos, con telón de fondo en problemas sociales y actuales que van de los refugiados al paro pasando por la pederastia o la mirada femenina.

Sobre este punto también incide, por tercer año consecutivo, Angélica Tanarro: «Se confirma la tendencia de que estamos ante la Seminci de las mujeres, no solo porque el Festival haya dado cabida a un foro de mujeres cineastas que hacen cine, también porque es consecuente y coherente consigo mismo e integra dentro de su Sección Oficial tanto largometrajes dirigidos por mujeres como historias conducidas por personajes femeninos, que desprenden su mirada». A las loas entusiastas a los filmes brasileño e islandés ya mencionados, la colaboradora de El Norte de Castilla añade «la primera película de una directora mujer, la marroquí 'Adam') e insiste en una de las grandes paradojas del año: mientras que cineastas consolidados como los hermanos Dardenne, el tres veces ganador de la Espiga de Oro Goran Paskaljevic o incluso el ganador de la edición de 2015 Grímur Hákonarson (por la aplaudida 'El valle de los carneros') han traído aquí películas «menores» o, directamente, de inferior calidad a largometrajes previos ejecutados en plena forma (las propuestas de este año han sido, respectivamente; 'El joven Ahmed', 'A pesar de la niebla' y 'The County'), por el lado contrario las películas más sólidas han nacido de la mano de debutantes.

Las polémicas y divisiones entre el público también se visibilizan, significativamente, entre los cinco críticos de El Norte de Castilla. Angélica Tanarro es la que más defiende la controvertida 'Hombres de piel dura': «Le agradezco el riesgo al festival mostrando ciertas cinematografias, y películas como estas logran que la gente salga dividida e incluso perpleja». En este sentido también se desmarca el debutante Boquerini con 'El plan', de la que defiende tanto la calidad de su dirección como los diálogos y su ritmo en tiempo real. En su evaluación final destaca «el tono social de las peliculas» y la abundancia de candidatas procedentes del mundo árabe, «cuando en otras ediciones han primado más las películas europeas». además de una «excesiva animación» en los cortometrajes a concurso..

Para Gurpegui, «ni siquiera las grandes películas que salen de esta Seminci están completas, les falta algo». Decepcionado por los nombres conocidos y convencido de que «la mejor Seminci está en la sección documental», aboga por un equilibrio entre el descubrimiento del cine de autor internacional con apostar por una cantera de trabajos nacionales de calidad en pugna de calendario con lo que arrebatan desde San Sebastián. Gurpegui también ha valorado la calidad global de la alemana 'Lara', el «estilo Sundance» de la china 'La despedida' y el riesgo de la mongola 'Ondog (El huevo del dinosaurio)'.

Finalmente, Miguel Anxo Fernández apela a la gran ganadora del Festival de Cannes, dirigida por un homenajeado en Seminci, el coreano Bong Joon-ho: «En el año de 'Parásitos' ninguna película se le puede equiparar», sentenció. 'Echo', porque «desde una propuesta original y narrativa está muy bien hecha», y 'La vida invisible de Eurídice Guismao', por «lograr convertir un libreto folletinesco de culebrón en una estructura que aporta emocionalidad en todo un salto cualitativo», son también sus apuestas. Al igual que sus compañeros, echa de menos que «el Festival no se lleve al espectador por lugares que no conoce, todo es extremadamente previsible», se lamenta.