Charo López, el complejo de ser guapa

En realidad, aunque la frase del título se repita en la película, Charo López ha hablado mucho de sí misma, y sigue haciéndolo. En el documental, por ejemplo, lo hace abundantemente de su belleza como fortuna recibida, pero también como pesada carga. Incluso cuando logró el éxito con papeles como los de las series de televisión 'Fortunata y Jacinta' y 'Los gozos y las sombras' o 'Epílogo', la película de Gonzalo Suárez, la admiración por su talento iba unidad a la atracción por su belleza, lo que le generaba inseguridad como actriz. Hasta que sus éxitos teatrales, en Argentina, donde no era un mito erótico, despejaron las dudas. «Dejé de tener complejo de ser guapa», recuerda la Charo López de hoy, «aunque ahora me está volviendo», bromea con una risa limpia.

El documental se apoya en testimonios y locuciones de la actriz hoy, pero no menos en un exhaustivo trabajo archivístico que rescata declaraciones como ésta: «Yo no noto mi misterio; yo me noto normal».

«Ha sido tan exagerado todo», exclama la actriz, para explicar cómo su vida profesional ha estado marcada por la desproporción. A veces por defecto (la escasez de sus inicios) y en otras ocasiones por exceso: los éxitos arrolladores que también la han acompañado.

Por el camino descubrimos que en sus años oscuros trabajó en varios espagueti western en los que «siempre hacía el mismo papel de india violada», o que intervino en series como Curro Jiménez, o en las recreaciones teatrales de Estudio 1.

Por descontado, sus años de Salamanca, sus matrimonios con el crítico Jesús García Dueñas y el periodista Carlos Gabetta y su especialísima relación profesional con Gonzalo Suárez, con el que ha rodado siete películas, desfilan por una semblanza que se enriquece con testimonios de críticos, directores y colegas.