Sara Escudero: «La risa es un arma imprescindible en esta nueva normalidad»

Escudero asegura que esta pandemia ha supuesto un duro mazazo para el sector de la cultura que todavía sufre las consecuencias. No obstante, ella se considera afortunada porque ha podido seguir trabajando de forma virtual. Además, la mayoría de las actuaciones que tenía previstas se han reprogramado y no cancelado. «En febrero comencé a recibir llamadas de forma masiva para cancelar porque estrené texto a principios de enero y me encontraba en plena gira. Las únicas que no han sufrido cambios hasta la fecha son las de agosto porque se celebran en espacios al aire libre y los organizadores han preferido esperar a ver la evolución de la pandemia», apunta.

La incertidumbre marca el futuro de profesiones como la suya, que viven del público y de las concentraciones de gente. No obstante, admite que el respeto y el miedo al coronavirus suponen un obstáculo para este tipo de eventos que tratan de adaptarse a la 'nueva normalidad'. Distancia social, mascarillas y aforos más reducidos son ahora una constante, aunque asegura que no en todas las comunidades se está viviendo la pandemia del mismo modo. «En Madrid hay mucha conciencia, todo está más controlado y se palpa el miedo a los espacios comunitarios, pero en otras ciudades como Sevilla, el ambiente es más relajado», apostilla.

Para Escudero «la risa es un arma imprescindible en esta nueva normalidad» y es que, tal y como menciona, «pasar un buen rato y liberar endorfina son las claves para olvidar el miedo y regresar por unos instantes a la fabulosa sensación de verdadera normalidad». Precisamente para que su público logre desconectar de ese día a día marcado por las cifras, los muertos y las secuelas que deja la covid-19 evita utilizar la pandemia y el confinamiento como ejes vertebradores de sus actuaciones. «Mi humor es muy blanco y atemporal, suele basarse en la relación del ser humano con su entorno y aunque es inevitable hacer alguna referencia a la actualidad no es el tema protagonista».

Con cerca de trece años en el escenario, Escudero valora los avances que se han logrado a la hora de integrar el humor en la vida cotidiana y en espacios culturales de referencia como los teatros. Al respecto, considera que programas monográficos, como El Club de la Comedia han realizado una inmensa labor, a pesar de que pueden confundir al espectador porque «la mayoría no son humoristas, sino actores o personajes públicos a quienes les escriben un guion que ellos interpretan», detalla.

Las redes sociales también han contribuido al humor como forma de entretenimiento, sin embargo, advierte de que son un arma de doble filo porque «en ellas es muy fácil malinterpretar y sacar de contexto, además, han provocado que una parte de la población se vuelva más tiquismiquis».

Conexión intergeneracional

Esto ha creado demasiadas barreras a la comedia y es que la también presentadora destaca la importancia de reírnos más de nosotros mismos y de caricaturizar situaciones cotidianas, pero «sin necesidad de ser retorcidos y de ver la mala intención donde no la hay». Por último, recuerda que el «el humor es un arma de comunicación masiva y una herramienta idónea para concienciar o para transmitir una crítica de una forma desenfadada, ya que ayuda conectar de forma más sencilla con las personas reacias a escuchar y genera una mejor predisposición a aceptar comentarios negativos».

Además de su participación en programas y de su gira como cómica, está inmersa en la presentación de su corto 'Chica'. Se trata de un homenaje a nuestros mayores protagonizado por la actriz María Alfonsa Rosso, que tal y como avanza su directora «hará que afloren muchas emociones»