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La Casa de Cultura de Arroyo de la Encomienda ha sido esta tarde el escenario de una tarde llena de ingenio y mordacidad. La escritora, periodista y columnista Rosa Belmonte ha protagonizado el Aula de Cultura, un evento organizado por El Norte de Castilla en colaboración con el Ayuntamiento del municipio. Belmonte, murciana de nacimiento y licenciada en Derecho, ha hecho carrera como una de las firmas más importantes de Vocento. Su estilo único, cargado de ironía, sátira y un toque punzante, ha logrado captar la atención de unos lectores fieles que buscan en cada una de sus columnas diarias una visión fresca y aguda sobre la política, la vida cotidiana y la televisión.
«Yo no soy periodista», decía con su habitual tono desenvuelto al comenzar la charla, mientras era entrevistada por Carlos Aganzo, director de Relaciones Institucionales en El Norte de Castilla. «Aunque haga cosas de periodista, nunca me he considerado periodista». Y lo dice ella, cuya firma aparece a diario en las principales cabeceras del país. En ellas sus columnas siempre son una referencia ineludible. «Comencé a escribir mientras aún ejercía la abogacía», comentó, dejando claro que su primer amor profesional nunca lo abandonó del todo. Confesó que le gustó «lo de escribir columnas» porque «no le agrada la gente» y porque para escribir «no tiene que salir de casa».
Relató cómo comenzó su carrera en 'La Verdad', uno de los periódicos más emblemáticos de su tierra natal. «Si hubiera sido de Valladolid, probablemente habría empezado en El Norte de Castilla», apuntó con ironía, mientras recordaba aquellos primeros años en los que combinaba la abogacía con la escritura. «En 'La Verdad' empecé haciendo columnas, pero también he hecho críticas de televisión, crónicas de conciertos y hasta de toros», señaló con desenfado resaltando la importancia del periodismo de provincias. «Es el más importante de todos. Estamos pendientes de si tiran zambombazos en Israel, pero estamos más pendientes de lo que pasa aquí al lado», reflexionaba.
A lo largo de la velada, Belmonte dejó claro que su herramienta favorita para abordar cualquier tema es el humor. «El sentido del humor es como la vaselina. Con él, cualquier cosa entra mejor», afirmó. Y es que Rosa tiene un talento natural para transformar temas serios en piezas ligeras y entretenidas. «El humor nos permite decir cosas que, si las dijéramos en serio, no serían tan bien aceptadas», confesó, aunque también aclaró que en este juego influye mucho el interlocutor. «Hay gente que se mosquea, como por ejemplo Juanjo Puigcorbé, que protagonizó una serie en la que hizo del rey Juan Carlos y estaba muy gracioso. Él se lo tomó a mal. No todo el mundo entiende lo que escribes. Por eso tampoco suelo leer los comentarios de los lectores», dijo.
Belmonte no es ajena a los debates políticos, aunque ella prefiere un enfoque «tangencial», como señaló el moderador de la charla, Aganzo. «No me gusta hablar de política de manera predecible», explicó. «De cualquier cosa se puede sacar punta. A veces, en lugar de analizar una cuestión política directamente, intento encontrar paralelismos con la vida de los famosos. Con la de la Pantoja, por ejemplo, o con otras historias del corazón. Desde que pasó lo de la Preysler y Boyer, no pasa nada divertido», dijo con guasa.
Rosa Belmonte habló sobre su relación con la televisión y los medios impresos. «A mí me han educado la televisión y los periódicos», confesó. «Luego, también fui a colegios, como todo el mundo», añadió arrancando otra ronda de risas entre el público. Para Belmonte, la televisión no es solo una fuente de entretenimiento, sino una ventana al mundo. Se refirió también a las disputas que hay en la actualidad por liderar el 'prime time' y al «duelo absurdo entre las dos Españas: la de Broncano y la de El Hormiguero», programa este último, en el que colabora como comentarista de la actualidad.
Una de las grandes revelaciones de la velada fue la forma en que Rosa Belmonte enfrenta su rutina como columnista. Carlos Aganzo alabó su don para quitarle hierro y solemnidad a los temas a lo que ella confesó que «no le sale» lo solemne. «Escribo una y, a veces, hasta dos columnas diarias. Eso me obliga a estar al día de todo lo que ocurre», comentó, señalando que, aunque su enfoque es omnívoro —«Lo leo todo y, por tanto, escribo de todo»—, intenta evitar caer en lo predecible. «No tengo ningún plan. Procuro escribir lo que a mí me gustaría leer», confesó. Y es precisamente esa capacidad para sorprender al lector lo que la ha convertido en una de las voces más interesantes del panorama periodístico actual.
Su libro, 'Sobre nosotras. Sobre nada' (2021), coescrito con Emilia Landaluce, también fue objeto de conversación. «Es un libro sobre nada, como la serie Seinfeld», explicó, aclarando que el proyecto surgió de su deseo de escribir sobre temas triviales, pero con un enfoque original. «Cada una escribimos nuestra parte. Por tanto, más que a cuatro manos, en realidad escribimos a medias, porque hicimos la mitad cada una», dijo Belmonte quien hizo pasar a todos una tarde divertida en el Aula de Cultura de Arroyo de la Encomienda.
La próxima cita será con la escritora Carmen Posadas.
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