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Concluye 2019, -tanta paz lleve como descanso deja, que por no dar no ha sido capaz de darnos un gobierno estable, aunque bien es verdad que no es a él a quien hay que culpar de ello-, y todos empezamos a elaborar la lista de deseos para cumplir en 2020. Además de los propósitos personales, no deberían faltar algunos colectivos. En el caso de esta tierra entre estos últimos ha de estar el de aprovechar una conmemoración como la del centenario del nacimiento de Miguel Delibes para volver a demostrar el cariño, la admiración y el respeto que sus vecinos han sentido siempre y sienten aún por su eterno escritor.
Ya lo mostraron en aquellos días tristes de marzo de 2010 con su fallecimiento. Y eso que esta tierra es poco dada a airear sentimientos, pero fueron miles las personas que se echaron a la calle para manifestar su dolor por la inmensa pérdida. Esas colas en la Plaza Mayor para honrar al autor a quien todos considerábamos algo nuestro, esos testimonios de cariño hacia quien además de encarnar las virtudes castellanas fue, con su vida y con su obra, capaz de inspirarnos a todos, de hacernos mejores, ha de ser el pegamento que nos una en una demanda que hemos de trasladar no solo a las instituciones -Gobierno, Junta, Diputación, Ayuntamiento- sino a todo el tejido social y económico de Valladolid y, por extensión, de toda Castilla y León.
La conmemoración de la efeméride está llamada a volver a situar la obra del autor de 'Los santos inocentes' en el lugar de las letras españolas que le corresponde si es que en algún momento lo hubiera perdido y para darla a conocer a las nuevas generaciones nacidas después de la publicación de su última novela, 'El hereje', en 1998. Pero además, los fastos tienen que concluir con un espaldarazo definitivo a la Fundación Miguel Delibes, que los herederos del escritor constituyeron hace ocho años para compartir con los lectores y con los vallisoletanos el legado del autor y que desde entonces acaricia la aspiración de crear una sede propia para custodiar el tesoro de la memoria del novelista y periodista, pero también para albergar una casa museo donde estudiantes, investigadores y lectores llegados desde cualquier parte del mundo puedan recrear el espacio donde a lo largo de su vida Miguel Delibes soñó y puso en papel a personajes como Carmen Sotillo, Cipriano Salcedo, el Nini, Azarías... y no habrá mejor momento para cumplir este propósito que durante la celebración del Centenario, que gracias a su declaración de acontecimiento de especial interés favorece con importantes exenciones fiscales a aquellas empresas interesadas en demostrar con la fuerza de los hechos su compromiso con esta tierra.
Miguel Delibes en tanto ejemplo de coherencia, de honradez y de reivindicación del carácter castellano es motivo de orgullo para todos. Es menester que todos sepamos apreciar y corresponder con tan valioso legado ahora, cuando vamos a celebrar los cien años de su nacimiento.
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