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La experiencia de novelistas con la industria de Hollywood no ha dado pie, a lo largo ... de la historia, a demasiados finales felices. Tampoco en el caso de Jim 'Big Jim' Harrison, escritor de novela, de poesía, de crónica deportiva y reportajes gastronómicos fallecido en 2016, a quien como cazador y pescador comparaban con Ernest Hemingway y que hace justo ahora 40 años publicaba un libro con tres novelas cortas –'novellas'- titulado 'Legends of Fall'. Tres relatos, tres, que tuvieron otras tantas experiencias como proyectos cinematográficos a cual más descorazonadora. Veamos.
La primera de las tres historias que integran el libro es 'Revenge', que iba a ser dirigida inicialmente por John Huston con Jack Nicholson -íntimo de Harrison- como protagonista, pero que por el miedo del estudio a las dificultades que plantearía el realizador de 'El halcón maltés', pasó a Orson Welles sin que el proyecto avanzase ni un milímetro hasta que en 1990 cayó en manos de Tony Scott ('Top Gun', 'Public Enemy'), que firmó una más que insuficiente adaptación con estrellas como Kevin Costner, Madeleine Stowe y Anthony Quinn como triángulo protagonista.
'El hombre que había perdido su nombre', otro de los relatos de 'Leyendas...', que incide en las dificultades para romper con el pasado e iniciar una vida nueva, recayó en Sidney Pollack, pero el proyecto sin que se sepa por qué tampoco salió adelante, algo que sí logró la tercera pieza del libro, la que le da nombre, 'Legends of Fall', aunque también de forma decepcionante. David Lean fue el cineasta inicialmente designado para dirigir su adaptación a la pantalla, pero la Warner lo descartó temiendo que la proyección se fuera de presupuesto, por lo que el escogido finalmente fue Edward Zwick ('Shakespeare in Love', 'El último samurai'), que en 1994 -hace ahora 25 años- convirtió la película, titulada en España 'Leyendas de pasión', en vehículo para el lucimiento de la nueva estrella de Hollywood, Brad Pitt, olvidando en el camino la reflexión sobre la ética humana en un medio hosco, arrebatado a la población nativa, uno de los pilares del texto.
Para entonces, Big Jim, escritor de morro fino -veneraba a Machado, citaba a Lorca- ya había abandonado toda esperanza de obtener de Hollywood alguna satisfacción como creador. De sus diez años trabajando para la industria del cine, apenas logró recompensa, más allá de su amistad con gente como Warren Beatty, Sean Connery, John Belushi, Bill Murray... y sobre todo Jack Nicholson, quien le prestó quince mil dólares para que pudiera escribir sin distracciones 'Legends of fall' y que protagonizó 'Lobo' (1993), dirigida por Mike Nichols ('El Graduado', 'Armas de mujer'), una historia de Jim Harrison inspirada en una leyenda 'inuit' convertida en la adaptación del guionista Wesley Strick ('Aracnophobia, 'Pesadilla en Elm Street') en otro cuento sobre licantropía con toda la parafernalia de transformaciones lobunas incluida. «Les entregué un Ferrari y ellos sacaron un Mazda», se lamentó después del estreno el escritor, confirmando una vez más que si bien literatura y cine son dos expresiones artísticas útiles para contar historias, cada una de ellas transita por su propio camino. Aquí, sí: Peras con peras, manzanas con manzanas.
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