Recuperado un privilegio rodado que desapareció de la catedral de Cuenca en 1980

El privilegio presenta un excelente estado de conservación a pesar de sus 828 años de antigüedad y estaba siendo ofrecido a la venta en Barcelona por 25.000 euros. En concreto, estaba custodiado en un despacho de abogados de la capital catalana.

La operación policial se inició a raíz de una denuncia interpuesta por el deán de la catedral de Cuenca. En ella indicaba que sabía que el privilegio rodado estaba siendo ofrecido para la venta en Barcelona ya que una historiadora que había acudido a un congreso a la ciudad condal había comunicado a la catedral que le habían ofrecido ese documento a cambio de 25.000 euros.

Al estar incluido en una lista de documentos robados de INTERPOL-hecho que dificultaba su venta de manera legal en casas de subasta o antigüedades- la venta se estaba haciendo al margen de los canales de venta habituales. Los agentes comprobaron que la sustracción ya había sido denunciada en marzo de 1980, iniciándose en aquellos años una investigación por parte del entonces Cuerpo Superior de Policía que se cerró con la recuperación de un gran número de libros de la Biblioteca del Seminario y de documentos expoliados del Archivo Capitular. Sin embargo, nada se supo de este privilegio rodado del que se tuvo conocimiento de su presencia en Bogotá (Colombia) en 1989.

Para la recuperación del documento ha resultado fundamental la colaboración de la propia catedral conquense que llegó a contactar con las personas que lo tenían en su poder en Barcelona. La Policía solicitó autorización judicial para registrar el bufete de abogados y halló en su interior el privilegio rodado que ahora ha sido devuelto a la catedral de Cuenca. Las dos personas que pretendían venderlo, que han sido denunciadas como presuntas autoras de un delito de receptación, habían contratado a un catedrático de la Universidad de Barcelona, especialista en Historia Medieval, para que emitiera un dictamen sobre su autenticidad.

Curiosamente, el inspector jefe de la Policía Judicial que este miércoles devolvió el privilegio rodado a la catedral de Cuenca es hijo del inspector policial que inició las investigaciones por el robo de numerosos documentos del Archivo Catedralicio, incluido este privilegio, en la década de los 80 del siglo pasado.