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JESÚS BOMBÍN
Valladolid
Miércoles, 18 de octubre 2017, 14:02
Gerd Theissen imparte clases de Teología en la Universidad alemana de Heidelberg y está considerado uno de los principales especialistas en la figura de Martín Lutero, además de ser pionero en la aplicación de métodos de la Sociología el estudio del Nuevo Testamento. Ayer ... abrió en el Palacio de Congresos Conde Ansúrez de Valladolid el ciclo de conferencias del congreso ‘Martín Lutero. 500 años de la Reforma protestante’, con un centenar de asistentes de España y del extranjero.
Los efectos del cisma con Roma después de que el 31 de octubre de 1517 Lutero clavase en las puertas del templo de Wittenberg sus 95 tesis con las que proponía reformar la Iglesia católica son objeto de estudio en este foro. Desde ayer y hasta mañana se celebrarán sesiones de debates y conferencias en este congreso organizado por la Universidad de Valladolid, el Estudio Teológico Agustiniano de la ciudad y la Comisión para el V Centenario de la Reforma.
El antropólogo José Luis Alonso Ponga ha impulsado desde la Cátedra de Estudios de la Tradición la celebración del congreso sobre la Reforma, una oportunidad conmemorativa, esgrime, «para intentar iluminar la figura de Lutero, poliédrica, riquísima; que como todas las importantes de la historia cuenta con grandes adoradores y detractores. En este siglo era necesario convocar un foro a nivel internacional con primeros espadas españoles y extranjeros para arrojar luz y poner en relación a católicos y luteranos».
Entre las razones de convocar este encuentro en Valladolid aduce un fin redentor. «La ciudad ha tenido una especie de mancha con el auto de fe de 1559 que la llevó a ser considerada ejemplo de intolerancia de la España de Felipe II contra los protestantes, a lo cual siempre respondo que aquello fue un fenómeno muy concreto que sucedió aquí porque en aquel tiempo era la capital del imperio. Además, católicos y protestantes encendieron hogueras para quemar al otro en uno de los episodios más tristes del cristianismo. Así, de aquel acto de fe, pasamos a un Valladolid pionero y centro de los discursos de tolerancia y reconocimiento del otro, con una corriente de pensamiento fuerte en la Universidad y en los dominicos y agustinos, pero sobre todo a raíz de la publicación de ‘El hereje’, de Miguel Delibes», expone Alonso Ponga, que augura que las actas de las deliberaciones de este congreso «recalarán en las bibliotecas más importantes del mundo y marcarán un hito».
¿Vive Lutero? En esta cuestión puso Gerd Theissen el foco antes de lanzar unas reflexiones en las que confrontó el pensamiento del abanderado reformista con el de San Pablo, señalando que el «gran sueño» de este último fue «abrir el templo, de ahí que la Iglesia del diálogo sea nuestra tarea si queremos seguirle y completar la Reforma». Se congratuló también de que católicos y protestantes estén conmemorando juntos esta efeméride tras siglos de enfrentamientos, distancia y reproches. «El primer paso para superar tantos años de división y unir a católicos y protestantes es celebrar juntos la Reforma», declaró.
Como exégeta de la obra de Lutero y de San Pablo destacó que el primero renovó la teología del apóstol, en tanto que este «unió y encendió la chispa de la Reforma, cuya doctrina quiere abrir puertas a otras personas». Del legado de ambas figuras de la cristiandad destacó que escribieron sus mejores textos en el momento en el que eran conscientes de que corrían peligro de morir. También remarcó que el monje agustino sentó las bases teológicas de una doctrina social a partir de la justificación por la fe, según la cual solo a través de ella, sin necesidad de obras, se accede al perdón de Dios. «Lutero no dividió a la Iglesia, que ya estaba dividida en muchas corrientes que pedían cambios y Roma no lo aceptaba; la Reforma preparó el camino a la edad moderna del cristianismo». Sostuvo Theissen que Lutero sentó las bases teológicas para el enfoque actual de la declaración conjunta sobre la doctrina de la justificación que luteranos y católicos acordaron en Augsburgo en 1999, considerada como un gran avance hacia el movimiento ecuménico que persigue la unión de credos.
Sobre la biografía de Lutero expuso cómo degeneró en enemigo acérrimo de los judíos «por la decepción de no poder convertirlos, hasta el punto de que en 1543 pidió a los alemanes que los expulsasen y quemasen sus sinagogas». No olvidó el teólogo germano glosar la oportunidad de celebrar este congreso en Valladolid, «una ciudad que acogió y fue testigo de profundos debates sobre la condición humana de los indígenas tras la conquista de América y en la que se deliberó sobre derechos humanos después contemplados en la Declaración Universal».
Otro de los ponentes fue Santiago del Cura, de la Facultad de Teología de Burgos, con una disertación sobre la primacía de Dios como impulso luterano en el ecumenismo actual. En el congreso tendrá hoy un papel estelar la novela ‘El hereje’, de Miguel Delibes, y la conjunción de historia y literatura a través, entre otros, de especialistas como Teófanes Egido, Tomás Marcos y Javier Pérez Escohotado.
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