![Ángel Palomino, de la empresa Patrimonio Inteligente, muestra (a la izquierda) el paño de la segunda muralla de la ciudad (siglos XIII-XIV),que confluye con la esquinas de dos muros de la mezquita, uno de ellos sobre el que el arquitecto está de pie.. Alberto Mingueza](https://s2.ppllstatics.com/elnortedecastilla/www/multimedia/201906/24/media/cortadas/mudejar-U30168381151xHH-U80599748833tzG-624x385@El%20Norte-ElNorte.jpg)
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Los vestigios de la única mezquita mudéjar documentada arqueológicamente hasta la fecha en la Península Ibérica han aparecido en el casco histórico de Valladolid. Las obras de rehabilitación de doce viviendas que desde enero se llevan a cabo en el inmueble número 5 de la ... calle Claudio Moyano han sacado a la luz restos de la sala de oración y del patio de la mezquita, con la confluencia de dos muros adosada a un paño de la segunda muralla medieval (siglos XIII-XIV). «Se trata de un hallazgo excepcional porque no conocemos ningún resto arqueológico de una mezquita mudéjar no solo en Castilla y León, sino en toda la Península Ibérica. Son los restos de una construcción levantada hacia 1414, en el ocaso medieval del islam, y demolida en 1506, a raíz de la pragmática de bautismo obligatorio promulgada en 1502; su origen es muy tardío, surgido como consecuencia de los ordenamientos jurídicos de la reina Catalina de Lancaster que permitieron poner fin a la coexistencia de cristianos, judíos y musulmanes y obligaron a estas dos minorías a recluirse en barrios propios», resume Olatz Villanueva, profesora de Historia Medieval de la Universidad de Valladolid, que ha participado en la excavación y dirige el proyecto de investigación 'Estudio de los espacios rituales mudéjares en la Castilla medieval: mezquitas y cementerios islámicos en una sociedad cristiana'.
El islam mudéjar es el permitido o vivido en minoría en las comunidades que fueron siendo reconquistadas por los reyes cristianos al reino de Al Andalus. A falta de conocer con certeza en qué barrio de la ciudad están enterrados los restos de la primera mezquita de la comunidad musulmana –se supone que erigida hacia los siglos XII o XIII y de la que aún no se han hallado referencias escritas ni arqueológicas–, los trabajos previos de este proyecto habían establecido con una alta probabilidad la presencia de una mezquita en el solar donde la firma Pavalgan está acometiendo la rehabilitación de un edificio construido en 1860. «Existe un documento de enero de 1413 que refleja que los representantes de la comunidad musulmana se reúnen en la mezquita, quizás aún inconclusa», indica Olatz Villanueva.
Entre los restos arqueológicos hallados figuran varios hornos y vestigios constructivos de la actividad alfarera desarrollados en solares del entorno. Otra excepcionalidad del hallazgo viene dada porque mientras en otras mezquitas tanto de Al Andalus como al norte del Sistema Central una vez perdido su uso se transformaron en iglesias o en hospitales, la de Valladolid es la única a la que no se le dio otra ocupación. «Cuando en 1506 fue derribada se queda lo que hoy podemos ver, un muladar al que van a parar los restos de los alfareros», añade la medievalista de la UVA.
Con medio millar de fieles, la de Valladolid fue la tercera comunidad islámica de Castilla y León más numerosa, detrás de la de Ávila con un millar de personas, y la de Arévalo, similar a la vallisoletana, que tuvo dos cementerios musulmanes, uno desde los siglos XII y XIII hasta 1502, situado en la actual Casa del Estudiante, al que sustituyó otro en las inmediaciones de la Academia de Caballería en el Paseo de Zorrilla.
El director de Patrimonio de la Junta de Castilla y León, Enrique Saiz, declaró durante la visita que «con este hallazgo se va a poder hacer un mapa de Valladolid del siglo XV un poquito más completo del que teníamos hasta ahora; vamos a ver si es posible elaborar un proyecto de puesta en valor de ese entorno y de visita del conjunto arqueológico».
La firma Pavalgan, especializada en la restauración de edificios históricos singulares con fines residenciales, puso su foco en el edificio de Claudio Moyano 5, donde la aparición de los restos arqueológicos obligó en marzo a paralizar la obra durante dos meses, «un retraso que asumimos como parte de nuestra aportación a un proyecto cultural que está ideando la Comisión de Patrimonio», destacó Miguel Maldonado, de Pavalgan. Los precios de las doce viviendas que albergará el edificio, con planta de aparcamiento en superficie en una de las zonas más cotizadas de la ciudad, oscilan entre los 530.000 y el millón de euros de cada uno de los tres áticos, de doscientos metros cuadrados con cuatro o cinco habitaciones y terraza.
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