

Víctor Mínguez: «Puedo tocar el piano estresado, pero cantar no, la voz es psicosomática»
Estudiante de Medicina y profesor de canto, quiere ayudar a los estudiantes a conocer la fisiología de su instrumento y a prevenir lesiones
Fue estudiante de canto, ahora lo es de Medicina a la vez que profesor de la Escuela Municipal de Música. El vallisoletano Víctor Mínguez Velasco ... ha fundido en el ensayo 'El arte de cantar. Por un estudiante de Medicina' (Universo de letras) las tres experiencias. El confinamiento fue el momento de escribirlo, la circunstancia que le permitió considerar las carencias que recuerda de su paso por el conservatorio profesional desde su nuevo campo de conocimiento.
«En los estudios medios no te enseñan nada sobre ergonomía o fisiología solo hay algo de esto en el conservatorio superior. La forma de aprender es la tradicional, la de imitación del profesor», recuerda quien llegó al canto desde el violín. «Fue una profesora la que me sugirió que probara a cantar. Los chavales lo identifican con la ópera, con gorgoritos y casi lo repudian. Pero me apunté y cogí gusto a la canción italiana antigua. Entré justo, me daba pánico cantar. Luego fui mejorando».
Ergonomía y anatomía
Cuando el cuerpo es el instrumento del músico, todo deja su huella. «El canto va desde el estado de máxima concentración, como con cualquier otro instrumento, al estado físico, ya que necesitas todo el cuerpo a nivel muscular», explica. «También soy pianista, cuando me afecta el estrés por el estudio o por lo que sea, puedo tocar el piano y hacerlo bien, sin embargo me es imposible cantar. Cuando mis alumnos pasan por una depresión lo primero que no pueden hacer es cantar, lo cual es muy frustrante para el alumno y para el profesor. A medida que tienes más experiencia, lo puedes manejar sin recurrir a la medicación, algo muy común en cantantes y en la población general. La voz es el instrumento más psicosomático».
Por eso quiere procurar el conocimiento fisiológico y ergonómico para que el cantante se sobreponga a las amenazas más comunes. «La más temida son los nódulos. Las tensiones posturales influyen en las cuerdas vocales, así como todo lo que haces durante el día; la cafeína, cualquier medicina. Si tomas una pastilla para la tensión puedes quedarte sin voz, todo está relacionado. Si comes y te tumbas en el sofá, el reflujo te puede dejar mudo», relata.
Prevención accidentada
«Hay una prevención buena, la del día a día: evitar ciertas bebidas, salsas picantes o alimentos que producen gases, gestionar el reflujo, cuidar un estilo de vida saludable en general. Hay otra prevención accidentada, las soluciones inmediatas. Cuando a un cantante de ópera le falla la voz el día del concierto, va al médico y le prescribe corticoides. Salva el recital pero existe el riesgo de hemorragias en las cuerdas vocales. No hay solución intermedia, si uno tiene un catarro es mejor no cantar porque el público va a percibir el fallo mínimo y no va reconocer el resto de la actuación».
Cuenta en su libro con la colaboración de profesionales como Valentín Benavides, «el mejor director de coros de Valladolid que dice que para ser buen coralista hace falta dedicación y esfuerzo. Y que un coro siempre suena mejor cuando hay buena relación entre los miembros». También con la pianista repertorista Irene Alfageme quien «valora en seguida el nivel vocal del cantante y se adapta para ayudarle con la fonética y la interpretación».
Mínguez Velasco, que sigue descubriendo su voz cuya su tesitura se acerca hoy a la de barítono, ha contado con la ayuda de la profesora de anatomía de la UVA Natividad García y con el doctor David Herrero-Calvo, que dirige la unidad de voz del Río Hortega, «una unidad que incorpora junto al otorrino al logopeda», entre otros profesionales de la medicina. Está buscando la forma de compatibilizar su carrera con el los estudios superiores de canto, «pero de momento me es imposible, hay poca flexibilidad en el Superior de Salamanca». Mientras, piensa en la continuación de este ensayo, el próximo está enfocado a los profesionales de la salud.
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